F.D.G.
Hasta los gestores de los grandes fondos de pensiones se equivocan y provocan
pérdidas millonarias a los partícipes que meten todos los años parte de sus ahorros en la hucha de la jubilación. Es el caso del
fondo de pensiones de los trabajadores de CAM, ahora SabadellCAM.
El macrofondo, que acumulaba un patrimonio aproximado de unos 400 millones de euros y unos 6.500 partícipes (en estos momentos ya se ha fusionado con los planes de los empleados del Sabadell) metió la pata en algunas de sus inversiones, dirigidas a arañar rentabilidad aunque han provocado todo lo contrario. Estasdecisiones erróneas a la hora de gestionar el fondo han levantado críticas entre los representantes de la plantilla, que consideran que la bolsa de las pensiones de los empleados de la antigua CAM puede gestionarse mejor que hasta el momento.
Los sindicatos destacan sobre todo dos errores del fondo. La inversión en cuotas participativas de Caja Mediterráneo y el pufo que ha supuesto la inyección en Segurfondo, un fondo inmobiliario de Inverseguros que se encuentra en liquidación tras el crack del sector.
Con la primera de estas inversiones, el fondo de pensiones de CAM ha perdido dos millones de euros, según fuentes sindicales. Tras la amortización definitiva de los títulos, las cuotas ya no valen nada. Su precio es cero euros, y al ser un inversor institucional, el fondo no recuperará nada, porque conocía los riesgos de meter el dinero en un producto de esta naturaleza.
Las pérdidas ocasionadas con la segunda de las inversiones son mayores. El fondo de pensiones se ha dejado por el camino 8,3 millones de euros que había depositado en el fondo inmobiliario Segurfondo. El desplome que sufrió el mercado del ladrillo a partir de 2008 afectó de lleno a los activos inmobiliarios del fondo, que vieron cómo sus precios y por tanto sus valoraciones también descendían rápidamente. Inverseguros decidió liquidar el fondo,dejando atrapados a los empleados de la CAM con 8,3 millones.
Otra de las inversiones polémicas fue la compra por parte del plan de pensiones de tres de las sedes de Caja Mediterráneo en Alicante, Valencia y Barcelona. El macrofondo adquirió los tres edificios a la CAM por 62,8 millones de euros en 2008. A cambio, la caja se comprometió a pagar una renta anual, en concepto de alquiler por el uso de los inmuebles, de un 5,5% durante al menos diez años.
En estos momentos, esos tres edificios (el de Óscar Esplá en Alicante, el de Pascual y Genís en Valencia, y el de Pasaje Mercader en Barcelona) tienen un valor de tasación de 31 millones, es decir, la mitad de lo que pagó el fondo en 2008. El Banco Sabadell, que es el que paga ahora ese 5,5% al fondo de pensiones, ofreció el pasado año 53,2 millones de euros para recomprar los inmuebles. Los sindicatos rechazaron la propuesta porque generaba 9,6 millones en pérdidas.
Además, confían en la revalorización futura de los edificios, y en que se haga valer el contrato de venta, ya que incluye una cláusula que garantiza que cualquier opción de recompra por parte del banco no puede causar minusvalías al fondo de pensiones.