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25.10.13 - 00:47 - 

LA VERDAD | BARCELONA.

El consejero delegado de Banco Sabadell , Jaume Guardiola, explicó ayer que la entidad prevé seguir creciendo, aunque a partir de ahora «orgánicamente» tras una etapa de numerosas adquisiciones, aprovechando el contexto de mejora económica.

En la presentación de resultados del tercer trimestre, destacó que la integración de las entidades adquiridas se ha realizado de forma «rápida y exitosa» y ha dado lugar a una red con presencia en toda España y un mayor volumen de clientes, del que ahora buscará mejorar la rentabilidad. También apuntó que a medio plazo prevé mejorar márgenes en un escenario esperado de subida de los tipos de interés e inicio del descenso de la morosidad -aunque a corto plazo los impagos todavía aumentarán, ha augurado que cada vez a menor ritmo-, así como incrementar el crédito en sectores solventes y especialmente en el ámbito de la exportación: «Lentamente veremos una mejora del crédito».

Respecto a Solvia, la sociedad inmobiliaria del banco, y después de que otras entidades españolas hayan vendido todo o una parte de sus empresas de gestión de inmuebles, el consejero delegado aseveró que «es un tema en análisis» del que todavía no han tomado una decisión, y añadió que la actividad que está realizando Solvia actualmente en el banco «es muy ''core''».

«Es un tema que estamos considerando, pero para nosotros lo importante era crear una franquicia potente, como reflejan sus resultados», manifestó. Su objetivo para este año es vender 16.000 inmuebles (un 17% más que en 2012) por valor de 2.600 millones (+16%), y hasta septiembre ha vendido 12.615 unidades por un importe de 1.909 millones.

Guardiola insistió en que el banco ha cerrado la persiana -haciendo suyas las palabras del presidente, Josep Oliu- de las compras de otras entidades y tampoco prevé nuevas ampliaciones de capital porque «las necesidades están más que bien cubiertas», y ahora se centra en consolidar y rentabilizar lo incorporado. Reconoció que América Latina «está en el horizonte» como territorio natural de expansión, pero ha sostenido que por ahora no hay previsto crecimiento inorgánico mediante compras.

El Banco Sabadell obtuvo un beneficio neto durante los nueve primeros meses del año de 186,1 millones, más del doble (105,4%) que hace un año, cuando ganó 90,6 millones. Este incremento en los resultados se explica en parte porque la entidad catalana ha reducido en este periodo el esfuerzo en provisiones para insolvencias y deterioros de activos inmobiliarios y financieros.

Hace un año, las dotaciones fueron de 2.170 millones, frente a los 1.334 del ejercicio actual. El Sabadell ganó el doble también por la absorción del negocio de sus últimas adquisiciones, Caixa Penedès y Lloyds Bank en España.

A 30 de septiembre de 2013, el total de recursos gestionados por el banco asciende a 143.496,9 millones, frente a los 130.349 millones del tercer trimestre de 2012, es decir un 10% más. El banco presidido por Josep Oliu, que durante este periodo ha incrementado sus activos totales en un 2,5%, ha mejorado su margen bruto un 40 %, un 66% el de antes de dotaciones y ha reducido un 4,6% el margen de intereses, ha registrado un ratio de morosidad del 12,6%, un punto y tres décimas más que en el trimestre anterior. Su nivel de impagados se sitúa, por tanto, por encima de la media del sector, aunque desde el banco matizaron que si a la media del sector se le añaden lo pisos del banco malo el porcentaje subiría hasta el 15%.

Ante una pregunta sobre los test de estrés de la UE a la banca europea para 2014, Guardiola defendió la fortaleza actual del balance de Banco Sabadell, así como la «ventaja competitiva» de la banca española en general respecto a la del resto de Europa por haber pasado pruebas de estrés hace poco tiempo y haber tomado medidas para sanear el sistema.

Preguntado por las cláusulas suelo y las sentencias judiciales anulatorias para diversas entidades financieras -incluido Banco Sabadell con algún caso-, recalcó que Banco Sabadell «fue muy transparente» y, por ello, las hipotecas que firmó con estos límites son legales, y si ha habido algún caso contrario, «no ha habido problema de hablarlo con el cliente». Descartó una anulación generalizada en la entidad de estas cláusulas, «de las que aparecían descritas en el contrato hipotecario y escritas en negrita como uno de los parámetros remarcables del documento».

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