El banco británico Barclays recortará 3.700 puestos de trabajo este año como parte de una revisión estratégica, anunció hoy la institución al dar a conocer unas pérdidas atribuidas y una caída de sus beneficios brutos
En un comunicado remitido hoy a la Bolsa de Valores de Londres, el Barclays, que tiene una fuerza laboral estimada en 140.000 personas, indicó que estos recortes incluirán 1.800 en su brazo de inversión y 1.900 en la banca minorista europea.
El beneficio bruto del banco fue el año pasado de 246 millones de libras (unos 285 millones de euros) y sus pérdidas atribuidas llegaron a 1.041 millones de libras (unos 1.207 millones de euros).
Al dar a conocer sus resultados y su revisión estratégica, el consejero delegado del banco, Antony Jenkins, no especificó los países europeos que se verán afectados por la supresión de empleos.
Según Jenkins, como parte de este plan, el Barclays reducirá en 1.700 millones de libras (unos 1.972 millones de euros) los costes totales del grupo hasta situarlos en 16.800 millones de libras (unos 19.488 millones de euros) en 2015.
De acuerdo con el programa estratégico, el Barclays tiene intención de potenciar la inversión en el Reino Unido, Estados Unidos y África, pero reducir su presencia en Europa y Asia.
Según su balance divulgado hoy, las abultadas pérdidas atribuidas contrastan con los 3.007 millones de libras (unos 3.488 millones de euros) de beneficios atribuidos obtenidos en 2011.
El beneficio bruto se desplomó un 95 % ya que en 2011 había obtenido unos beneficios de 5.879 millones de libras (unos 6.819 millones de euros), indica el banco.
La caída de estos beneficios respondió a las compensaciones a los clientes por la venta incorrecta de ciertos productos.
La facturación del banco descendió un 4,6 % hasta situarse el año pasado en 11.639 millones de libras (unos 13.501 millones de euros) frente a los 12.201 millones de libras (unos 14.153 millones de euros) el año anterior.
El consejero delegado reconoció hoy que 2012 fue un año difícil para el banco al ser multado con 290 millones de libras (336 millones de euros) por manipular el Libor -tipo de interés interbancario fijado en Londres- y su equivalente europeo Euribor entre 2005 y 2009.
"Sabemos que necesitamos cambiar la forma en que hacemos los negocios si vamos recuperar la confianza de varios de nuestros accionistas y empezar a restablecer nuestra reputación", agregó.
El escándalo del Libor llevó a la dimisión el pasado agosto del entonces consejero delegado Bob Diamond, sustituido por Jenkins, cuya misión es la de transformar el grupo bancario.
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