Manuel Muelas asegura que cuando acudió a la primera reunión pensó: «Por qué narices han tenido que traer a uno de Cuenca aquí
M. HORTELANO | VALENCIA
Entró en la comisión ejecutiva de la CAM porque «quería aprender cómo funcionaba una caja por dentro» y porque sus abuelos «eran de Alicante». Manuel Muelas Yébenes, exconsejero de la entidad financiera cuya gestión ahora investigan Les Corts, es de Cuenca y cuando llegó a su primera reunión y vio corrillos de gente a la que no conocía sólo pudo pensar «por qué narices habían tenido que llevar a alguien de esa ciudad» al consejo de la caja. Licenciado en matemáticas, asegura que tuvo que «investigar en internet de qué iba el tema».
Muelas entró en el consejo por impositores a propuesta del director territorial y «no sabía ni que existían dietas». Hizo noche en Alicante el día antes de su primer consejo y esa misma noche un directivo de la caja le avisó de que el presidente, Modesto Crespo, le iba a proponer para la comisión ejecutiva al día siguiente. «No sabía ni para lo que servía esa comisión», dijo.
Muelas reconoció que aunque no tenía préstamos con la entidad («no puedes criticar a quien te puede subir los intereses»), sí compró cuotas participativas. Respecto a si se leyó el requerimiento del Banco de España en el que se decía que se iba a intervenir la caja, Muelas asegura que no se leyó, «aunque la reunión fue muy tensa».
El exconsejero opinó que lo que hundió a la CAM fue exponerse tanto al sector inmobiliario. «Sobre la intervención pregunté a un directivo si habían motivos para agachar la cabeza y me dijo que no, que podíamos sacar pecho orgullosamente».
Por su parte, la exmiembro de la comision de control de la CAM Olalla Pérez se desentendió de cualquier responsabilidad en la gestión de la entidad. «No soy economista, pero no era una condición», señaló. «Como está montado esto, cualquier impositor puede estar ahí», reconoció. Además, recordó que ella sí tuvo acceso «a toda la información que solicitó», a diferencia de las versiones de todos los comparecientes anteriores, que negaban esa parte. «Me enviaban todos los papeles a mi casa, pero ya no tengo los dossiers porque los tiré al hacer limpieza de mi casa», dijo ante el asombro de los miembros de la comisión.
En el último turno de intervenciones, el exmiembro de la comisión de control de la CAM José Ruzafa explicó ayer que, a su juicio, el Banco de España fue «rigurosísimo» con la entidad alicantina, que cada año «daba beneficios» y cuyas auditorías reflejaban que estaba todo «perfecto y correcto». Por ello se mostró «sorprendido» por que la caja alicantina terminara siendo intervenida en 2011, un año después de que él abandonara la comisión de control.
Este empresario jubilado del sector textil, de 79 años y con estudios primarios, fue vocal de la CAM entre 2004 y 2010 por Crevillente, a petición tanto del director de la entidad en el municipio alicantino como por su alcalde, el popular César Augusto Asencio, según indicó.
«Hasta donde yo estuve no me pareció riguroso, sino rigurosísimo», enfatizó, en relación a la inspección realizada por el Banco de España. No obstante, reconoció que para los vocales de la comisión era difícil saber si los datos aportados por el consejos eran «verídicos».
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