El banco condiciona la operación a que la CE no le impida más adquisiciones
Nueva operación redonda de Banco Sabadell. Ha llegado a un acuerdo para adquirir la red de Caixa Penedès, con 461 oficinas, a BMN. El grupo que preside Carlos Egea logra así disminuir su déficit de capital, mientras que la firma catalana no desembolsará dinero por esta compra al incluir todo el negocio y la plantilla. Sabadell tiene intención de seguir creciendo con adquisiciones
Ángeles Gonzalo - Madrid - 13/11/2012 - 21:44
Si hay una entidad a la que se le puede aplicar lo de con "esta crisis saldremos reforzados" esa es a Sabadell. Cuando llegó Josep Oliu a la cúpula del grupo se propuso convertir a esta entidad en una de las grandes del país, apuesta que reafirmó cuando fichó a Jaime Guardiola como consejero delegado. Y su objetivo lo está cumpliendo. No hace ni un año que adquirió al FROB Banco CAM -el 8 de diciembre del pasado año- en una subasta en la que solo se presentó su oferta, y ahora ha vuelto a aprovechar la crisis de las cajas para seguir creciendo.
Ahora Sabadell se hace con Caixa Penedès, del grupo Banca Mare Nostrum. La operación ha sido confirmada esta mañana a la CNMV por BMN, que explica que "el acuerdo de transmisión se firmará, después de concluido el correspondiente proceso de due diligence, una vez se haya determinado de forma exacta el perímetro de la misma tras haberse concretado los activos y pasivos que corresponda a BMN". El monto de la operación se determinará en función de los activos y pasivos efectivamente traspasados a BMN.
Los consejos de administración de Sabadell y BMN han llegado a un preacuerdo para comprar la red de Caixa Penedès, integrada hasta ahora en el grupo que preside Carlos Egea. Con esta operación, primera por la que un grupo de cajas fusionadas a través de un SIP tiene que vender una red entera de una de ellas para recapitalizarse, Sabadell consigue dar el salto en Cataluña.
Aunque el banco que preside Oliu tiene su origen en esta comunidad autónoma, su negocio está muy repartido tras la política de compras seguida en los últimos 15 años. Sabadell, de hecho, es el sexto grupo financiero en Cataluña en particulares, el negocio en el que quiere crecer, y tras la adquisición de Penedès salta al cuarto lugar, aún tras La Caixa, Catalunya Caixa y BBVA-Unnim.
El grupo, además, quiere seguir con su estrategia de crecer con compras en España aprovechando la crisis de sus rivales. "Ahora o nunca", lleva repitiendo Oliu desde hace tres años. Sabe que los precios por los que ahora puede hacerse con importantes redes de oficinas no se volverán a repetir.
Oliu espera que esta operación no le impida pujar por Catalunya Caixa o por otra entidad como Caja3, ya que en Extremadura apenas tiene presencia, como en Castilla y León. También quiere crecer en Galicia. Y así lo ha dejado reflejado en el contrato del acuerdo. Supedita la compra, que debe aún pasar por las autorizaciones de los supervisores, a que BMN transfiera al banco malo los activos inmobiliarios de esta red, a que la operación sea neutral fiscalmente y a que Bruselas no ponga impedimentos respecto a los planes de crecimiento que Sabadell sigue manteniendo.
Si se cumplen estas condiciones ambas partes se comprometen a cerrar el acuerdo antes del próximo 31 de diciembre.
Sabadell adquirirá a BMN las 461 oficinas que tiene Caixa Penedès, de las que 443 están en Cataluña, principalmente Barcelona, y 18 en Aragón. En estas oficinas trabajan 2.003 empleados. El banco, eso sí, no se hará cargo de los servicios centrales de esta red, que están integrados en BMN. También sumará a su negocio 11.100 millones en créditos que controla esta caja, de los que el 65% son hipotecarios, 8.700 millones de euros en depósitos y 900.000 clientes.
Oliu no desembolsará dinero por la operación con BMN, lo que sí hará será pagar la posible reestructuración de oficinas, que inicialmente es escasa. Además, al incorporar esta red a Sabadell evita tener que recapitalizarla con nuevos fondos públicos, ya que BMN necesita ayudas. Sabadell tampoco financiará la obra social de la caja.
Una venta para seguir independiente
BMN fue uno de los grupos financieros creados tras la fusión de varias cajas -en este caso de Caja Murcia, Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedès- bajo la modalidad de un SIP. Y como casi todos los grupos de cajas integrados bajo esta estructura entre los años 2009 y 2010 el resultado ha sido negativo. Según el test de estrés de Oliver Wyman, BMN tiene un déficit de capital de 2.208 millones de euros.
Con la venta de su red catalana, recogida en su plan de recapitalización, el banco que preside Carlos Egea aminora sus necesidades de ayudas públicas a través de obligaciones convertibles contingentes (cocos). El objetivo es recortar dichas ayudas a 500 millones de euros. El traspaso de activos tóxicos al banco malo y la venta de participadas (tiene inversiones en Miquel y Costas, Fersa Energías Renovables, Laboratorios Farmacéuticos Rovi, Iberdrola, Campofrío, Gas Natural, Repsol, Telefónica y Uralita -participada indirectamente-) le permitirá reducir sus necesidades de capital en 900 millones que, sumado a otros pequeños ajustes y la venta de Penedès, reducirá su déficit a unos 500 millones.
De esta forma, BMN prevé seguir independiente y espera poder adquirir la participación al FROB y salir a Bolsa entre cinco y siete años. Esta operación abre el camino para que otros grupos vendan también redes completas de cajas como reclamaba la gran banca.
|