Economía, en unión con Isidro Fainé, presidente de La Caixa y de CECA, intenta que Bruselas suavice en parte sus drásticas exigencias para las cajas. Varias fuentes aseguran que la UE no quiere hacer excepciones y exigirá a todas las cajas que pierdan la mayoría del capital que poseen en sus bancos, lo que afecta a La Caixa con el 61% de CaixaBank
Las cajas de ahorros tienen los días contados, un objetivo que Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevaban años solicitando a España, entre otras razones por petición de los mercados, y que al final parece que han conseguido a tenor de las entidades de ahorro que quedan tras su transformación y cuyo modelo aún sufrirá drásticos cambios.
En la actualidad solo existen 12 de las 45 cajas que operaban hace dos años y medio, y de este número, tres están nacionalizadas -Catalunya Caixa, Novagalicia y Bankia-, y otras dos, CAM y Unnim, han sido adquiridas por Banco Sabadell y BBVA, respectivamente.
Pero las que se mantienen independientes -La Caixa, las cajas vascas unidas en Kutxabank, Ibercaja con Caja3 y Liberbank que se encuentran en proceso de fusión, Unicaja con Caja España Duero, y las pequeñas Caixa Ontinyent y Pollença- sufrirán aún modificaciones.
Según el Memorando de Entendimiento (MoU) de Bruselas, donde se recogen las condiciones para el rescate del sector financiero español, las cajas tendrían que rebajar del 50% su peso en el capital de sus bancos. El sector esperaba que al final la UE incluyese alguna excepción que librase de esta exigencia a La Caixa, que posee el 61% de CaixaBank, y a las cajas vascas propietarias de Kutxabank, pero según explican todas las fuentes consultadas, Bruselas no está dispuesta a flexibilizar su pretensión.
Fainé, no obstante, sigue intentando que la UE suavice sus exigencias. Mientras tanto, busca abordar otra operación corporativa o realizar una ampliación de capital y colocarla en el mercado para reducir el control de La Caixa en el capital de CaixaBank. Es en este punto donde encajaría una operación de fusión con Banco Popular, aunque parece que el grupo que preside Ángel Ron ya tiene decidido comprar BMN, apuntan varias fuentes conocedoras de las negociaciones.
Kutxabank y Sabadell
Las cajas vascas también buscan una operación corporativa para diluir su participación en Kutxabank. En las últimas semanas se han producido acercamientos con Banco Sabadell, que también busca otra fusión. Sabadell, no obstante, ha fijado su objetivo en Catalunya Caixa, entidad en la que Kutxabank también estaba interesada. Varios analistas aseguran que podría producirse una operación para repartirse entre ambos la caja catalana.
En busca del recurso del Derecho mercantil
Las cajas abordarán en los próximos meses una nueva oleada de cambios en su modelo, todos por imperativo de la troika (BCE, FMI y UE) y que quedarán reflejados en una norma que se aprobará en noviembre. Además de tener que adelgazar el peso en sus bancos, estas entidades deberán convertirse en fundaciones, según el MoU y las negociaciones que mantienen el Gobierno y la UE. La pretensión de CECA es que la normativa dé cabida a excepciones en función de su solvencia. Varias fuentes financieras creen complicado que Bruselas elimine esta pretensión, pero tampoco descartan una ligera rebaja en sus objetivos. Las cajas también deben cambiar sus consejos para no hacerlos coincidir con los de sus bancos. Fuentes conocedoras de las negociaciones con la UE aseguran que esta exigencia podría eliminarse. "Según el Derecho mercantil es fácilmente recurrible", aseguran. La Caixa y CaixaBank comparten consejeros. |