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JORDI CUENCA VALENCIA No por previsto el hecho deja de tener menos impacto: Bancaja quedó ayer definitivamente como un objeto del pasado, seguramente el mayor fracaso , junto a la también fenecida CAM, de la reciente historia valenciana. El consejo del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia y en el que la entidad valenciana tenía un 37,7 % del capital, fue informado ayer de las conclusiones de los valoradores independientes designados por el FROB -HSBC, Crédit Agricole y Rotschild-, que han concluido que la entidad tiene un valor negativo de 13.635 millones de euros. Es, sin duda, un varapalo de gran magnitud, dado que la valoración esperada era de cero e implica que la conversión en acciones de las participaciones preferentes por valor de 4.465 millones de euros que tenía el FROB no son suficientes para hacer frente al agujero de la entidad. De hecho, el banco ha pedido 19.000 millones adicionales para su completo saneamiento.

Como consecuencia de esta valoración, el Estado, a través del FROB, se hizo ayer con el 100 % del capital del BFA que hasta ahora se repartían siete cajas de ahorros: Bancaja, Caja Madrid, Caja Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja La Rioja. Estas entidades pierden de esta forma el patrimonio que aportaron -todo su negocio financiero- en el momento de la constitución del Banco Financiero y de Ahorros en junio de 2010 y se quedan ya solo con sus obras sociales, la escasa tesorería que les reste y algunos inmuebles. Poca cosa para lo que fueron, especialmente en el caso de las cajas valenciana y madrileña. Si el presente es oscuro, el futuro puede ser incluso muy negro. Y es que, a partir de ahora, es el FROB el propietario del 45 % que el BFA tenía en Bankia. En consecuencia, las cajas de ahorros, que ahora deben convertirse en fundaciones de carácter especial, se han quedado sin la participación en los beneficios del banco cotizado que les hubiera correspondido de seguir siendo accionistas indirectos del mismo.

Por tanto, las cajas han perdido el derecho a obtener todos los años una parte de los dividendos de Bankia con los que nutrir las actuaciones que desarrollarán como fundaciones. En otras palabras, se han quedado sin ingresos recurrentes. Su futuro pasa ahora por convertirse en fundación y confiar en la buena voluntad de Bankia en el futuro o en buscarse medios propios de supervivencia. En la reunión de ayer, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, no hizo mención alguna a esta opción. Las fuentes consultadas aseguran que es imposible que Bankia haga algún tipo de aportación a las obras sociales de sus siete cajas fundadoras en tanto en cuanto no complete del todo su saneamiento. Sería entonces cuando el banco podría abrir la mano y apoyar a las fundaciones en que se convertirán las cajas para vincularse más a esos territorios, pero hay que tener en cuenta que tal opción tardará unos cuantos años en poder materializarse y está por ver en qué situación se encontrarán las citadas instituciones.

La conclusión de las consultoras supone poner de relieve que la situación del BFA era mucho peor de lo que se había comunicado hasta la fecha, debido a que se han tenido en cuenta pérdidas aún por aflorar. El grupo BFA reformuló las cuentas el pasado mes de mayo y declaró unas pérdidas de 3.318 millones (4.952 se si incluyen las que corresponden a los minoritarios de Bankia), frente al beneficio neto consolidado de 40,9 millones que publicó un mes antes. Además, la matriz de Bankia cerró el ejercicio 2011 con fondos propios y patrimonio neto negativo, según las cuentas aprobadas por su consejo de administración. Eso supone que la entidad declaró estar en quiebra técnica, con un patrimonio neto negativo de 4.489 millones desde el punto de vista contable.

El sí de Bruselas
Tras la conversión en acciones de las participaciones preferentes que tenía el FROB, la sustitución del consejo y el nombramiento de uno nuevo y mucho más reducido se abre una nueva etapa para la matriz de Bankia. Por la mañana, la Comisión Europea había dado vía libre al nuevo rumbo de la entidad al aprobar temporalmente el plan de rescate. No obstante, Bruselas reclamó un plan de reestructuración "profunda" de la entidad en el plazo de 6 meses. La ayuda aprobada, según Europa Press, no incluye la inyección de capital de 19.000 millones reclamada por Goirigolzarri, que está siendo examinada por las autoridades españolas, según dijo el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

Según Bruselas, España se ha comprometido a presentar un plan de reestructuración en el plazo de seis meses y a no pagar dividendos o cupones al capital híbrido a menos que sea obligatorio jurídicamente. El plan, según la Comisión Europea, deberá contener "medidas adecuadas para limitar la ayuda pública y sus efectos de distorsión al mínimo".

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