Un alto directivo de Goldman Sachs publica una carta sobre su renuncia; ´He visto a cinco directores referirse a sus clientes como marionetas; ´El banco afirma que la carta ´no refleja cómo desarrollan su negocio´
Jose A. Navas | Madrid
Es algo que muchos ya intuían pero pocas veces alguien desde dentro lo ha contado de forma tan clara. Un ex alto ejecutivo de Goldman Sachs, el gigante estadounidense de la banca de inversión, ha denunciado las malas prácticas de la entidad con el objetivo de sacar el máximo dinero posible a sus clientes.
"Hoy es mi último día en Goldman Sachs. [Después de 12 años] Puedo decir honestamente que el ambiente es ahora más tóxico y destructivo que nunca". Así comienza la carta que Greg Smith, director ejecutivo de la firma y jefe del negocio de derivados en Europa, Oriente Medio y África, publica en el ´New York Times´ para explicar su renuncia.
"Me pone enfermo cómo la gente habla cruelmente de timar a sus clientes. Durante los últimos 12 meses he visto a cinco directores referirse a sus propios clientes como ´marionetas´, algunas veces en correos internos", afirma Smith, que ha trabajado durante 12 años en la entidad.
"No tengo constancia de ningún comportamiento ilegal. ¿Pero se llevan las cosas al límite y se colocan productos complicados y muy lucrativos a clientes incluso si no son las inversiones más sencillas o las más adecuadas para ellos? Absolutamente. Cada día, de hecho", asegura el ejecutivo.
"Actualmente, la pregunta más común que recibo de mis analistas ´junior´ sobre derivados es: ¿Cuánto dinero podemos sacarle a este cliente?", afirma Smith.
"El liderazgo tenía que ver con tener ideas, ser un ejemplo y hacer lo correcto. Ahora, si haces suficiente dinero para la firma, serás promocionado a una posición de influencia", añade Smith en la misiva, que el NYT destaca en su portada.
Las reglas para ascender
El ex ejecutivo explica así las tres cosas que se deben hacer para ascender en el banco:
1.- Cumplir con los ´ejes´ del banco: convencer a los clientes para que inviertan acciones o productos de los que el banco está intentando deshacerse porque no se ve en ellos un potencial beneficio.
2.-´La caza de elefantes´. Conseguir que tus clientes compren cualquier producto que traiga beneficio a Goldman, aunque no sea lo adecuado para ellos.
3.- Sentarte en una silla en la que tu trabajo sea operar con cualquier producto nombrado con un acrónimo de tres letras, sea opaco y no tenga liquidez.
´Daño grave a la entidad´
Goldman Sachs es uno de los gigantes de Wall Street y su fundación se remonta a 1869. Uno de sus últimos consejeros delegados fue Henry Paulson, que acabó siendo más tarde el secretario del Tesoro de EEUU durante las legislaturas de Bill Clinton y George Bush Jr.
Paulson fue el que decidió dejar caer a Lehman Brothers en septiembre de 2008, punto de origen de la crisis financiera que se generó después.
En 2009, Goldman Sachs también fue protagonista de otra polémica, cuando su consejero delegado, Lloyd Blankfein, afirmó que "los banqueros hacemos el trabajo de Dios", lo que levantó también una polvareda de críticas.
El banco de inversión ha respondido escuetamente a la carta enviada por su ex directivo. "No estamos de acuerdo con la visión expresada, de la que no pensamos que refleje la manera en qué desarrollamos nuestro negocio. Desde nuestro punto de vista, sólo tendremos éxito si nuestros clientes tienen éxito", afirma el banco de inversión.
Extraoficialmente, fuentes del banco han afirmado a un blog del ´The Wall Street Journal´ que, en realidad, el cargo de Smith es el de vicepresidente, un estatus que tienen miles de empleados en la entidad y que sería el único empleado dentro del negocio de derivados que dice liderar.
"El daño a la firma puede ser muy grave", ha afirmado el jefe de la sección económica de la BBC, Robert Peston, sobre la carta.
Se da la circunstancia de que el banco ha fichado recientemente a un nuevo directivo para liderar su actividad de Relaciones Públicas. Richard Siewert, que fue asesor del secretario del Tesoro Timothy Geithner, ha tenido que desayunar esta mañana con una grave crisis de prestigio.
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