La entidad propone recortes de más del 30% en las rentas que paga a los propietarios de los locales
DAVID NAVARRO ALICANTE No va a solucionar los problemas de la entidad pero cualquier medida que permita recortar costes en estos momentos es bienvenida. Por eso, la CAM ha puesto en marcha un plan para reducir el importe que paga por el alquiler de aquellas sucursales que no son de su propiedad y que suponen una buena parte de su actual red de 850 oficinas. La iniciativa, que hasta el momento ha supuesto un ahorro de unos 3,8 millones de euros, forma parte de un paquete más amplio de medidas de racionalización y que tiene por objeto mejorar la productividad de la entidad, nacionalizada en julio del año pasado y adjudicada al Banco Sabadell en diciembre. El traspaso definitivo está pendiente de la autorización que debe otorgar la Comisión Europea. Desde finales del año pasado los gestores de la CAM están contactando con los propietarios de los locales para renegociar todos los contratos a la baja, con propuestas de descuento que, en algunos de los casos conocidos por este diario, superan el 30%. Las negociaciones se están produciendo de forma individual, analizando la situación concreta de cada sucursal, su rentabilidad y las distintas alternativas que existen, según las fuentes consultadas. En este sentido, el plan empezó por aquellas oficinas que pagaban las rentas más altas -las que excedían los 1.000 euros mensuales- y poco a poco se prevé extenderlo a la totalidad de la red que se ubica en locales ajenos. Sólo en 2011 se renegociaron más de 350 contratos. Rebajas temporales Para vencer las reticencias de los propietarios que se ven afectados por esta decisión, la entidad está proponiendo a algunos de ellos que las rebajas sean por un tiempo limitado -generalmente por tres o cuatro años-, tras el que se volvería al precio anterior. Este plan para recortar el gasto en alquileres se suma a la propia reducción de la red que la CAM viene aplicando prácticamente desde el inicio de la crisis para compensar los excesos cometidos en los años de bonanza. Así, desde su máxima expansión en el año 2007, cuando llegó a tener 1.157 sucursales, ya se han cerrado más de 300 oficinas y el Sabadell anunció su intención de suprimir un número similar de delegaciones entre su propia red y la de CAM cuando se produjera la integración. Al respecto, se ha intentado que los cierres coincidieran con las sucursales que eran de alquiler para maximizar el efecto en la cuenta de resultados. El plan, en cualquier caso, no afectaría ni la sede central de Alicante ni a los edificios corporativos de la entidad en Valencia (calle Pascual y Genís) y Barcelona (Pasaje Mercader), que también son alquilados desde que en el año 2008 el anterior director general Roberto López Abad se los vendiera al fondo de pensiones de los empleados a cambio de 63 millones de euros para hacer caja. La CAM paga anualmente el 5,5% de esa cantidad en concepto de arrendamiento y el acuerdo, de 20 años de duración, está blindado durante los primeros diez años de vigencia. Si más adelante la entidad quisiera abandonar alguno de estos edificios debería abonar como compensación el equivalente a una anualidad. Además, existe una obligación de recompra por el mismo precio de la venta. También el resto de entidades están cerrando oficinas para adaptarse a la nueva situación de crisis -fue una de las condiciones del Banco de España a las cajas que solicitaron ayudas- y, en algunos casos, lo que han hecho es vender paquetes de sucursales a fondos de inversión a los que posteriormente vuelven a alquilar los locales para conseguir liquidez. El Consell rechaza que Bancaja pierda peso en Bankia El conseller de Economía e Industria, Máximo Buch, mostró ayer se desacuerdo con que se modifiquen los porcentajes de participación en el Banco Financiero y de Ahorros (matriz de Bankia) en detrimento de Bancaja. Buch, que ayer protagonizó el almuerzo con la junta directiva de la Asociación Valenciana de Empresarios, no dudó en alabar la figura de Rodrigo Rato, pero le lanzó el mensaje de que no es partidario de rebajar el peso de la caja valenciana en el banco cotizado: "Que se cambie la ecuación del canje evidentemente no nos gusta, preferimos que no se haga y esperamos que no se haga". El consejo de administración de Bancaja ha impugnado la decisión del BFA de volver a auditar las cuentas del Banco de Valencia para revisar su aportación al proceso de integración. Esto supondría de hecho rebajar el porcentaje de participación de Bancaja en la fusión. v. romero valencia
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