Con vencimientos de 6.617 millones, el déficit de recursos propios podría abocar a una valoración cero
JORDI CUENCA VALENCIA El Banco de Valencia tenía al cierre de 2011 un déficit de recursos propios de 585,85 millones de euros. Este agujero en su patrimonio podría resolverse, según el folleto remitido por la entidad el pasado martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), con la ampliación de capital de hasta 1.000 millones comprometida por el FROB, pero lo más probable es que, como hizo con la CAM, antes de dar ese paso proceda a una operación acordeón que reduciría a cero el valor de la entidad -su capitalización bursátil ayer era de 167 millones- con lo que sus accionistas perderían totalmente la inversión. Los recursos propios de Banco de Valencia ascendían al cierre de 2011 a 700,9 millones, una cantidad insuficiente para cubrir las reservas exigidas, según reconocen los administradores del FROB. Según el folleto, la entidad solo cuenta con un 2,33 % de capital de máxima calidad, muy por debajo del 8 % que se exige para las entidades cotizadas. Los datos mencionados sobre capital no tienen en cuenta el saneamiento adicional de 1.251 millones que se exigen en 2012 a la entidad por la reforma financiera aprobada el pasado 3 de febrero, de los que 823 millones corresponden a provisiones y 428 millones, a colchón de capital. Además, el futuro comprador del Banco de Valencia tendrá que hacerse cargo de los elevados vencimientos de emisiones mayoristas que tiene pendientes la entidad intervenida por el Banco de España. En concreto, estamos hablando de 6.617 millones de euros, de los que 2.266 corresponden a 2012, 338, a 2013; 638, a 2014, y los restantes 3.327, a partir de este último año. El índice de morosidad fue del 14,84 %, con 2.947 millones de préstamos concedidos en riesgo de no ser recuperados, para los que disponía de unas provisiones para insolvencias de 1.479 millones. La tasa de mora prácticamente se ha triplicado en un año, dado que al cierre de 2010 estaba en el 5,87 % En un momento en que el grupo Bankia está convulsionado por la auditoría reclamada por su matriz, el BFA, a su socia Bancaja -que esta va a impugnar- y con la que se busca revisar la valoración que se hizo del Banco de Valencia en el momento de la fusión en junio de 2010, los administradores del FROB recuerdan que el contrato de integración incluyó una adenda por la que la caja de ahorros cedió al BFA los derechos políticos del banco valenciano y que "dicha cesión implicó la toma de control sobrevenida del Banco de Valencia por BFA; por lo que, al 31 de diciembre de 2010, las cuentas anuales consolidadas del Grupo Banco de Valencia se integraron por el método de integración global, en las cuentas anuales consolidades del Grupo BFA". No fue hasta la intervención del banco el 21 de noviembre de 2011 que el 27,3 % que ostentaba BFA en el banco se convirtió en "participación financiera", fórmula con la que la entidad quiso desmarcarse de su responsabilidad en la trayectoria final del banco. El Ministerio de Economía, según algunas, fuentes, ha reprochado a Bankia que dejara caer el Banco de Valencia. Los minoristas logran el 15 % del capital social de la entidad La Asociación Pro Banco Valencia suma y sigue. La agrupación impulsada por accionistas minoritarios y que preside el empresario Vicente Simó Sendra ha conseguido aglutinar los intereses de cerca de 800 socios de la entidad financiera intervenida por el Banco de España, que representan un total de 70 millones de acciones y un 15 % del capital social. Pro Banco Valencia quiere evitar que los administradores del FROB valoren en cero euros los títulos del banco con sede en Pintor Sorolla, ya que supondría la pérdida total de los ahorros de miles de pequeños accionistas, así como de los socios de referencia de la entidad. La suma del 15 % de las acciones se produce tras el respaldo logrado por algunas familias con una participación significativa en el Banco de Valencia, como los Noguera (Libertas 7) o Boluda, entre otros. La reunión de ayer contó también con la presencia de grandes empresarios valencianos como Carlos Turró (Cleop) y Silvino Navarro (Grupo Incusa). El presidente de Pro Banco Valencia criticó las declaraciones del máximo responsable de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, quien aseguró está semana que la entidad valenciana "debería desaparecer". Según Simó Sendra, las citadas valoraciones "son un insulto a la institución centenaria, a sus más de 47.000 accionistas y 2.400 empleados. En ese sentido, reclamó que los administradores del FROB deberían solicitar "de forma inmediata" la baja del Banco de Valencia de la patronal bancaria AEB "por que no tiene sentido pagar cuotas a una asociación que entiende que no deberíamos existir". Pro Banco de Valencia ha recibido el respaldo de organizaciones patronales y sindicales, así como de grupos parlamentarios representados en las Corts. Por otro lado, otra asociación de pequeños accinistas, Apabankval, continúa sus trámites para presentar una querella contra los anteriores gestores del Banco de Valencia por posibles anomalías tras el descalabro de la entidad. j. l. z. valencia
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