"Con la CAM en manos del Sabadell, Banco de Valencia en el punto de mira de BMN y Bankia en la órbita de La Caixa, resulta complicado no pensar que nuestros vecinos tanto del norte como del sur hicieron las cosas mejor que nosotros en materia financiera"
A dos semanas de que el FROB comience a sondear el mercado para colocar el Banco de Valencia en los corrillos financieros de Madrid se da por hecho de que Banco Mare Nostrum (BMN), la entidad liderada por Cajamurcia, es una de las principales candidatas a hacerse con la histórica entidad valenciana.
Quizá sea prematuro adelantar un pronóstico sobre el futuro del banco valenciano. Quedan muchas incógnitas por resolverse antes de que el proceso de subasta se abra. Sus actuales gestores siguen escudriñando las tripas de la entidad para sacar a flote las pérdidas y aclarar sus necesidades de capital tras realizar las provisiones que entienda necesarias por su excesivo riesgo inmobiliario.
También queda pendiente conocer la salida que se dará a los más de 50.000 accionistas, entre los minoritarios y los históricos, que forman parte del acción la propiedad del banco, excluida Bankia, aunque de aplicar los mismos criterios que en las cajas hasta ahora adjudicadas, las expectativas son poco halagüeñas.
Pero en caso de que el interés de BMN se confirme, nos podríamos llegar a encontrar con una situación cuanto menos llamativa, casi un efecto bumerán.
Eran otros tiempos cuando el Banco de Valencia, ya controlado por Bancaja, inició un proceso de expansión a mediados de la década de los 90 que acabó con la compra del Banco de Murcia en 1997. La operación la realizó inicialmente Bancaja, si bien posteriormente la entidad murciana recayó en la órbita del Banco de Valencia, poniendo fin a la independencia que había mantenido en los primeros años en los que había mantenido la marca (aunque con la imagen corporativa de Bancaja). A partir de 2002 las 80 oficinas que tenía distribuidas el Banco de Murcia en la región y algunas provincias limítrofes fueron rebautizadas y la enseña desapareció de las calles. Pero ahora las cosas han cambiado mucho y el comprador puede ser comprado en lo que desde Murcia se ve casi como un acto de justicia. El diario La Verdad de Murcia, publicó la semana pasada un pequeño editorial titulado ´La posible vuelta del banco pródigo´ que concluía con esta afirmación: "La entidad valenciana utilizó la red de oficinas de Banco de Murcia para extender en la Región el Banco de Valencia. Si finalmente BMN adquiere el banco intervenido, la ´esencia´ murciana volvería a la antigua red de oficinas de Banco de Murcia.
No es el primer intento del sector financiero murciano por tomar posiciones en la Comunitat Valenciana. Como seguro recuerdan, la fusión CAM-Cajamurcia estuvo a punto de cerrarse. Y entonces, pese a que CAM era en teoría el pez grande, en el fondo lo que estaba ocurriendo era que el pez chico acudía al rescate de la (como después se supo) quebrada CAM.
Quizá la operación no se cierre. Hay otros interesados que podrían posicionarse una vez se adjudique Unnim, ya que algunas de las entidades que concurren a esta subasta (la próxima en celebrarse), de quedarse fuera, podrían pujar por el Valencia. O también podría ocurrir un milagro y que aparezca un grupo de inversores valencianos dispuestos a poner dinero para mantener al banco en casa.
Con la CAM en manos del Sabadell, el Banco de Valencia en el punto de mira de BMN y Bankia en la órbita de La Caixa, resulta complicado no pensar que nuestros vecinos tanto del norte como del sur hicieron las cosas mejor que nosotros.
CAIXA DE GROS
Hablando de Bankia y de los últimos rumores que corren por la Villa y Corte, llama la atención la coincidencia de informaciones que se pueden leer entre los diarios madrileños en los que se incide de forma reiterada en que si el banco que preside Rodrigo Rato está abocado a una fusión para salvar los muebles es por culpa de la mala situación de Bancaja. "Mucho peor de lo que nos dijeron. Están saliendo cosas que no sabía ni el Banco de España", aseguraba a una fuente no identificada citadas por un diario salmón la semana pasada. No hay que ser muy listo para intuir de dónde vienen esas informaciones.
Dos consideraciones en este sentido: de ser ciertas esas afirmaciones, convendría que se hicieran públicas de forma transparente, sin ambages y con datos. Las acusaciones son graves y, de ser ciertas, merecen ser investigadas. Pero si de lo que se trata es de aprovechar las horas bajas que atraviesa la imagen de la Comunitat Valenciana para alcanzar algún objetivo o justificar alguna decisión, las filtraciones adquieren tintes de deslealtad entre los socios de Bankia. Francisco Pons tiene trabajo por delante...
¿O es que quieren hacer creer que Caja Madrid era un dechado de virtudes?
CAIXA DE MENUT
Y ya que la cosa va de bancos, una pregunta final: ¿Qué ha sido del grupo Cajas Rurales de Mediterráneo (CRM)? Tanto discurso sobre las bondades de esta integración laminados en menos de una semana con la decisión de Ruralcaja de entregarse en brazos de Cajamar. ¿En qué situación han quedado las otras rurales valencianas que escucharon los cantos de sirena de Juan Antonio Gisbert y aceptaron participar en un proyecto del que ha escapado para salvar sus propios muebles? Alguien lo debería explicar. |