El plan de España para arreglar su sistema financiero se ha aclarado un poco; El nuevo Gobierno del país ha descartado la creación de un banco malo de propiedad estatal para albergar los préstamos problemáticos del sector; En vez de eso, Luis de Guindos, el nuevo ministro de Economía, responsable de reformar el sector financiero, afirma que las entidades crediticias deben reservar otros 50000 millones de euros en provisiones para cubrir posibles pérdidas inmobiliarias; Eso suena bien en principio, pero no explica cómo van a pagarlo los bancos.
Las provisiones adicionales -más de las que el Gobierno anterior admitió nunca que fueran necesarias- darían a los bancos un colchón equivalente al 61% del valor de los préstamos inmobiliarios problemáticos y de sus activos adjudicados. Es un colchón decente, aunque el empeoramiento de las perspectivas económicas españolas significa que la morosidad seguirá subiendo, y no solo en el sector inmobiliario.
De Guindos asegura que en la gran mayoría de los casos los bancos pueden permitirse el impacto, que equivale a unos 35.000 millones de euros después de impuestos. Los grandes bancos como el Santander, BBVA o Caixabank disponen de suficientes ingresos para encajar el golpe. Pero Bankia necesitaría unas provisiones de 5.600 millones de euros adicionales para aumentar su cobertura de los activos problemáticos hasta el 62%, según cálculos de Barclays Capital. Eso es más del doble de los beneficios antes de provisiones estimados de este año de la entidad crediticia.
Esto puede explicar por qué De Guindos dice que a los bancos se les concederían varios años para hacer las provisiones. Pero esto es básicamente una continuación de la filosofía del Gobierno anterior de distribuir el esfuerzo a lo largo del tiempo. Esto posiblemente no restablecerá la confianza de los mercados.
El nuevo Gobierno también quiere otra oleada de fusiones. Esto ayudaría a aprovechar cualquier exceso de capital en el sistema bancario, incrementaría la rentabilidad y reduciría la competencia por los depósitos. Si el adquirente paga menos que el valor contable de su objetivo, como hizo el Sabadell con el Banco CAM, la transacción también puede proporcionar una plusvalía.
Pero las fusiones no son mágicas, como han puesto de manifiesto algunas de las fusiones de cajas de ahorros. Y los bancos españoles más importantes están ocupados tratando de cumplir el objetivo de capital establecido por los reguladores europeos. El Gobierno tendrá que aclarar sus planes muy pronto. Cualquier plan que afirme concluyentemente que saneará los bancos españoles con el mínimo dinero público podría ser demasiado bueno para ser cierto. |