Así lo ha acordado Bankia con las centrales sindicales. La medida entrará en vigor el 1 de diciembre y estará vigente hasta fin de año
Si los ingresos no aumentan, la cuenta de resultados hay que hacerla por los costes. Es la tesis que manda en Bankia, que quiere afinar en la medida de lo posible lo que se gasta en personal y oficinas para mejorar su eficiencia. La entidad ha aprobado un nuevo plan de bajas incentivadas y prejubilaciones, que se suma al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el que saldrán del grupo unas 3.600 personas.
Así lo ha acordado Bankia con las centrales sindicales. La medida entrará en vigor el 1 de diciembre y estará vigente hasta fin de año. Es decir, un mes para que los empleados que no se han acogido al ERE que se puso en marcha a finales del pasado ejercicio puedan dejar la institución en las mismas y generosas condiciones.
Los trabajadores de Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco entidades que forman el cuarto grupo financiero español por capitalización pueden solicitar una suspensión temporal de contrato o la prejubilación, siempre de forma voluntaria. En el ERE aprobado en diciembre de 2010, Bankia dio 60 días para aceptarán una u otra opción, un periodo que en su momento fue considerado escaso por los sindicatos por el desconocimiento de cómo iba a afectar a cada una de las entidades el cierre de las oficinas y los consiguientes traslados de lugar de trabajo a los profesionales del grupo.
Hasta aquí, tanto Bankia como los sindicatos están de acuerdo. Sin embargo, discrepan en las explicaciones de por qué se adopta esta medida. Fuentes oficiales del banco aseguran que no se trata de una decisión surgida en el seno de la alta dirección para acelerar el ahorro de costes. Al contrario, consideran que responde a una petición expresa de Comisiones Obreras (CCOO), una de las fuerzas sindicales mayoritarias. En CCOO lo niegan, pero sin dar más detalles y pese a que en un escrito reconocen que lo habían solicitado en varias ocasiones.
Plan de integración
Según declaró Bankia en la presentación de resultados del tercer trimestre, el plan de integración “avanza a un ritmo superior al previsto”. A 30 de septiembre, el grupo ha cerrado 701 oficinas, sobrepasando el objetivo fijado de 657 sucursales para todo el año. Por su parte, la plantilla se ha reducido en 3.460 personas hasta octubre, fundamentalmente a través de prejubilaciones, lo que supone un cumplimiento del 93% sobre la cifra previsto.
Bankia ha negado que en 2012 vaya a proponer un nuevo ajuste de personal, pero fuentes próximas a la entidad dan por hecho que no tendrá más remedio que apretar por la vía de los costes. En la reciente asamblea de Caja Madrid, Rodrigo Rato tuvo que responder a varias preguntas de los sindicatos sobre los planes de futuro a corto y medio plazo. El presidente dijo, que aunque se está en una etapa de reducción de costes, no está previsto un nuevo plan de despidos. No obstante, matizó que si finalmente se llevara a cabo, se haría mediante una negociación “serena” con los sindicatos.
Rato recordó que es necesario reforzar la rentabilidad, eficiencia y calidad, como objetivos prioritarios. En ese sentido, anunció la implementación de nuevas sinergias, que deben suponer un ahorro de costes de 134 millones de euros en 2011 y hasta 469 millones de euros en 2013; así como un plan de eficiencia adicional que debe suponer un ahorro de otros 150 millones de euros en 2013. El consejero delegado, Francisco Verdú, a finales de julio en la presentación de los resultados del primer semestre, no descartó disminuir la fuerza laboral de Bankia el próximo año.