El origen del agujero de Banco de Valencia (cifrado entre 600 y 1000 millones, según la fuente que se consulte) se encuentra en su enorme exposición al ladrillo, el gran pecado de todo el sistema financiero español; Pero específicamente hay tres operaciones que han cavado la tumba de la entidad: Polaris World, su aventura mexicana y Aguas de Valencia (Avsa)
En ninguno de los casos hay cifras oficiales sobre la exposición de la entidad y la pérdida latente, aunque distintas fuentes consultadas aseguran que el quebranto asciende a varios cientos de millones. Y luego hay que sumar otras muchas operaciones de dimensión más reducida pero que, en conjunto, suponen un problema similar a cualquiera de las grandes. Más de 35 participaciones directas en empresas del ladrillo se agrupan en la sociedad Valenciana de Inversiones Participadas, con un valor de 163 millones y pérdidas reconocidas en 2010 de 41,25 millones.
La famosa promoción murciana que anunciaba José Antonio Camacho contó con la financiación de Banco de Valencia y de otras muchas entidades en plena efervescencia de la burbuja inmobiliaria. Y no sólo la financiación, sino que la entidad que ahora preside Aurelio Izquierdo adquirió el 10% del capital a finales de 2006, en una operación que supuso un ´pelotazo´ para el fundador del complejo, Facundo Armero.
El hundimiento del proyecto llevó a que, en abril de 2010, el banco tuviera que adjudicarse activos de Polaris junto a Bancaja, CAM y Popular como parte de una refinanciación para evitar el concurso de acreedores. Las cuatro entidades crearon una sociedad para agrupar estos activos, llamada Inversiones en Resorts Mediterráneos, que presenta 100 millones de fondos propios negativos. Lo peor es que, según algunas fuentes de la región, Banco de Valencia ha puesto recientemente más dinero en esta sociedad para absorber sus pérdidas, "dinero malo sobre dinero malo", lo que agranda aún más el ´agujero´.
Proyectos megalómanos
La expansión en Latinoamérica se hizo conjuntamente con su matriz, Bancaja, y tras los pasos de la CAM; en la loca carrera de las dos cajas valencianas por asumir más riesgo inmobiliario, ambas decidieron dar el salto al nuevo mundo.
El destino elegico por el banco que dirigía Domingo Parra fue México, donde puso en marcha un faraónico residencial llamado Grand Coral Riviera Maya: "El proyecto de mayor inversión en el Caribe Mexicano se extiende sobre una superficie de 227 hectáreas con 2.500 metros lineales de frente de playa", según la web del complejo. La pérdida sufrida superaría también los 100 millones, según las fuentes.
Finalmente, están las operaciones realizadas a través de Aguas de Valencia, un ejemplo más de la injerencia de los políticos en las decisiones empresariales y financieras. Bancaja (ahora Bankia) ejerce el control absoluto de esta compañía, pese a la presencia de Suez con un 33%, y la ha utilizado para realizar todo tipo de inversiones inmobiliarias y gastos suntuarios por mandato de las autoridades autonómicas, según las fuentes consultadas.
La última inversión, cuando ya tenían problemas, fue otro complejo en Oropesa del Mar llamado Torre Bellver, compuesto por villas y apartamentos, zonas deportivas, campos de pádel, etc. Pero hay muchos más proyectos inviables en el mercado actual que suponen de nuevo grandes pérdidas para la entidad valenciana. De hecho, el banco intentó vender este verano parte de su capital a Juan Roig, el dueño de Mercadona.
Las pérdidas no se han reconocido
El problema que ha aflorado en Banco de Valencia no son tanto todas estas pérdidas sino que el banco no las tiene reconocidas y provisionadas. Es decir, todavía tiene en sus libros muchas de estas promociones con el valor al que se concedieron los préstamos, no a un precio realista que le obligaría a asumir la diferencia. Ése es el origen del agujero.
Como ha informado El Confidencial, el presidente de BFA-Bankia, Rodrigo Rato, no está por la labor de poner un euro para recapitalizar a su filial (ahora considerada "participación financiera"), ni tampoco los VIP valencianos que participan en su capital. Así, Rato ha encargado a Lazard, su banco de confianza, que busque un comprador, algo que se antoja muy complicado en la situación actual y con la venta de CAM sin cerrar. Por tanto, lo más probable es que Banco de Valencia acabe nacionalizado por el FROB. |