Las cuotas participativas de Caja del Mediterráneo (CAM) tuvieron ayer un protagonismo inédito en los tres años que llevan en bolsa
La decisión de los administradores del Frob que gestionan la entidad de suspender la recompra de estos títulos, similares a las acciones pero sin derechos póliticos y los únicos de estas características que cotizan, provocó una fiebre de órdenes de venta y han dejado a muchos de sus inversores en un callejón de difícil salida.
Ante la falta de demanda las cuotas no cotizaron durante casi toda la sesión y obligaron a la Sociedad de Bolsas a ampliar el rango de caída, primero hasta el 20% y finalmente hasta el 50%, para desbloquear la subasta en el último momento. Solo se negociaron 23.634 cuotas de las 300.000 órdenes de venta, cuando la media mensual es de 78.000 títulos intercambiados. La consecuencia fue una fuerte caída del valor, con un desplome del 50% respecto a la sesión anterior y el cierre a 1,7 euros.
Según explicaron fuentes del mercado, en casos de bloqueo la realización de la subasta al cierre es la operativa para fijar un precio con el que reanudar la negociación en la siguiente sesión.
Repetición de la sesión Todo apunta a que esta situación extraordinaria puede repetirse en las próximas sesiones y dejar atrapados a los propietarios de las cincuenta millones de cuotas emitidas por CAM. Ante este panorama, los analistas prevén una caída sin freno en la cotización . “Lo más probable es que hoy vuelva a suceder lo mismo, que haya un aluvión de órdenes de venta y muy pocas de compra y que cuando se intercambien los títulos sea con el rango de caída superior. Es decir, que los títulos vuelvan a cerrar con otro retroceso del 50%”, afirma Nuria Álvarez, de Renta 4.
Con el bloqueo de las acciones, los cuotapartícipes de la CAM, que se encuentra intervenida desde el pasado 22 de julio, se quedan con pocas opciones. El valor en el mercado de los títulos de una entidad financiera intervenida y próxima a ser subastada augura una agonía en su evolución bursátil.
La salida prevista por la caja, aprobada justo un día antes de que el Banco de España y el Frob tomaran el control, consistía en la recompra de la totalidad de sus títulos a un precio de 4,77 euros. Aunque se dejaba esta adquisición a expensas de las autorizaciones de Banco de España y CNMV, al producirse en pleno momento álgido de las conversaciones con el regulador se daba por hecho que contaba con su beneplácito.
Sin embargo, el miércoles los interventores anunciaron su decisión de suspender ese acuerdo y la asamblea general que debía ratificarlo. Los administradores provisionales consideran que esa operación, que obligaba a la caja a desembolsar 238,5 millones de euros, tiene que ser revisada y no puede aprobarse hasta que se concrete el plan de reestructuración de la entidad, que supone la inyección de 2.800 millones de capital del Frob. Uno de los problemas de la recompra son los recelos que despierta destinar ayudas públicas a retribuir a inversores que habían apostado por renta variable.
Posibles salidas Una de las medidas que los analistas ven posible para calmar la situación es que se comunique que la suspensión de la amortización es temporal. “Sería necesario que se ofrezcan fechas alternativas para que el plan esté en marcha”, asegura Victoria Torre, de Self Bank. En este sentido, “el apoyo gubernamental sería algo decisivo”, añade.
Otras fuentes apuntan la posibilidad de que el Frob convierta las cuotas en acciones ordinarias, es decir, con derechos de voto, para comprarlas posteriormente. Una fórmula complicada legalmente, por la peculiaridad de las cuotas reservadas a cajas, aunque al ser las únicas existentes tampoco se puede descartar que se plantee una alternativa a medida.
¿Qué pasa con las preferentes? ¿Qué son las participaciones preferentes? Se trata de un híbrido entre la deuda y la renta variable, que tiene un vencimiento perpetuo. En 2009, las entidades españolas protagonizaron un boom de emisiones a través de la red de oficinas, porque estos activos les permitían mejorar el capital de primera categoría. No es previsible que se den nuevas emisiones de este tipo, debido a que la nueva regulación de Basilea III lo penaliza.
¿Cómo es la remuneración? Los pagos de las preferentes se reciben en forma de cupón y estos están condicionados a que la entidad obtenga beneficio distribuible suficiente durante el ejercicio anterior, así como un mínimo de capital que muestre que la entidad es solvente.
¿Cuáles fue el último pago de preferentes de CAM? El pasado 15 de agosto, la entidad pagó el cupón trimestral de dos emisiones de participaciones preferentes lanzadas por la entidad en 2001 y 2002. La caja tuvo que desembolsar unos 10 millones de euros.Pese a estar intervenida por parte del Banco de España, la caja registró beneficio distribuible suficiente en 2010, por lo que estaba obligada a remunerarlas.
¿Cuál es el próximo pago que tiene que hacer frente CAM? El 29 de septiembre CAM tendrá que abonar el cupón de la emisión de 850 millones de euros que colocó en su red de oficinas en verano de 2009. De cara a al próximo ejercicio, la remuneración estará a expensas de encontrar una salida para la caja.
¿Se ha dado algún caso en el que no se pague? CajaSur no pudo hacer frente al pago de dos cupones seguidos tras ser intervenida por el Banco de España, porque Bruselas no lo permitió. La entidad había registrado pérdidas durante el ejercicio anterior y, por lo tanto, no pudo remunerarlas. Sin embargo, BBK se adjudicó la caja en subasta y retomó el pago de los cupones. Algo parecido podría ocurrir con CAM. El objetivo prioritario del Banco de España es subastarla al mejor postor. Éste debería asumir el pago de los títulos.
Otros casos parecidos La situación de CAM recuerda a otros casos en los que los inversores se han quedado atrapados en un valor, como les ocurrió a los accionistas de la inmobiliaria Martinsa Fadesa o lo han perdido, como sucedió en el gigante automovilístico General Motors.
Martinsa-Fadesa El 14 de julio de 2008, la CNMV suspendió, de forma cautelar, la cotización de Martinsa Fadesa. En el momento de la suspensión, los títulos de la compañía se hundían un 25%, hasta los 7,3 euros, en medio de rumores que apuntaban a que la inmobiliaria se declararía en suspensión de pagos. Estas especulaciones se hicieron realidad y ese mismo día, la compañía declaró un concurso voluntario de acreedores por 6.000 millones de euros, una de las mayores cantidades de la historia. Desde entonces, los accionistas de la compañía están en tierra de nadie. Sus títulos que permanecen sin cotizar, tienen un valor un 60,4% inferior al que tenían cuando la compañía debutó en bolsa, en los 18,44 euros. Aunque en marzo, su presidente, Fernando Martín afirmó que los administradores concursales están a punto de abandonar la empresa y que en pocos meses el valor podría volver a cotizar, los expertos dudan de esta posibilidad.
General Motors El 1 de junio de 2008, el mayor fabricante de automóviles de EEUU, General Motors se declaró en quiebra al no poder reestructurar su deuda. Esta fue la mayor bancarrota de una compañía industrial del mundo. Un día después, la compañía quedó suspendida de cotización cuando marcaba cerca de los dos dólares. Los accionistas de la empresa se quedaron pillados, ya que GM pasó a ser una compañía de capital público, en la que el Tesoro de EEUU tenía el 72,5% del capital. Un año y medio después, la empresa anunció su vuelta a los parqués, una vez que consiguió devolver parte del dinero público que le inyectó el Estado. Pero, su regreso no resolvió nada a sus antiguos accionistas ya que en esta ocasión se sacaron a la venta 78 millones de nuevas acciones, con un precio inicial de 33 dólares el título. La OPV alcanzó los 23.000 millones de dólares y se convirtió en la mayor salida a bolsa de EEUU. |