El Banco de España, dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha impuesto en Caja Mediterráneo (CAM) una reestructuración de las direcciones territoriales que operan en las áreas de expansión de la entidad para adecuar su negocio a las necesidades actuales y asegurar la operatividad de los circuitos comerciales y de riesgo.
La decisión de la junta de administradores de CAM -intervenida por el supervisor bancario a finales de julio- incluye reordenar en tres direcciones territoriales las actuales norte y centro-sur, según informó ayer la entidad financiera en una nota.
Las nuevas direcciones territoriales serán: norte-centro-sur, que abarca Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía, Castilla y León, País Vasco, Galicia y Asturias, y que estará bajo la dirección de Pedro Torres; la territorial Cataluña-Aragón, que tendrá al frente a Indalecio Mondéjar, y la de Baleares-Canarias, que dirigirá José Francisco Ibáñez.
CAM mantiene, asimismo, en su organización de negocio, las direcciones territoriales que desarrollan su estrategia en las áreas tradicionales, en este caso las de Alicante, Murcia y Valencia, han indicado las mismas fuentes.
Mientras el Banco de España perfila la nueva organización de la entidad financiera y avanza en el saneamiento de su balance, se multiplican las voces que reclaman que la caja de ahorros no sea troceada y que se venda a un solo comprador.
El consejero de Economía, Industria y Comercio, Enrique Verdeguer, defendía ayer esta tesis al considerar que con la misma se garantizaría una "mayor implicación en el territorio" y el mantenimiento del empleo y de la obra social.
El responsable autonómico ha comentado que "efectivamente, la CAM se va a vender con lo que técnicamente se llama venta en bloque" y ha explicado que con ello se busca y se permitirá "una mayor implicación en el territorio, así como el mantenimiento de una serie de objetivos" que ha estimado "fundamentales" para el Consell y la Comunitat como "el empleo y la obra social".
Por su parte, la portavoz de La portavoz de EU en las cortes valencianas, Marga Sanz, pedía ayer que la caja no se vendiera, sino que se convirtiera en una "banca pública". |