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Pudo quedar fulminada el pasado 22 de julio, pero los tres interventores del Banco de España lo hicieron formalmente ayer, una vez que ya son más conocedores de cuál es el verdadero agujero de Caja Mediterráneo (CAM).

Los representantes del Fondo de Reestructuración Bancaria (Frob) decidieron formalizar la destitución de la directora general de la entidad, María Dolores Amorós, y suspenderla de empleo.

Las razones fundamentales son dos: por una parte, había desconfianza en el Banco de España hacia su persona por su estrecha relación con el anterior equipo de directivo, y por otra, se la considera corresponsable de la debacle de la CAM, la que propició su intervención el 22 de julio.

Realmente,María Dolores Amorós mantenía el cargo de directora general de manera formal, pues en la práctica todas las decisiones del negocio bancario ya eran responsabilidad de los tres interventores del Frob. La decisión se tomó el jueves por la tarde, razón por la cual Amorós no pasó ayer por la sede central de la CAM. Es más, cuando los representantes del Banco de España asumieron el timón de la caja ya tomaron decisiones por encima del rango de la directora general: suspender las vacaciones a todos los directivos y directores de sucursales y revisar los créditos pendientes de firma –aunque aprobados por Amorós y el anterior consejo de administración–.

Ahora, con su cese, se entiende que los tres interventores ya disponen de toda la información sobre determinadas operaciones y, por tanto, no necesitan del concurso de Amorós en el día a día de la caja. Algunas fuentes destacan que la ex directiva se ha mostrado siempre a disposición de los delegados del Banco de España y ha ofrecido toda la información que se le ha requerido.

A ello se suma que los interventores también han aflojado algunas de las medidas adoptadas inicialmente: han flexibilizado el asunto de las vacaciones, una vez que la fuga de depósitos no ha sido tan alarmante como se esperaba.

Según los balances del Banco de España, la CAM ha perdido unos 2.500 millones de euros, un 6%. Según ha podido saber EL MUNDO, la mayoría de las extracciones de capital y venta de depósitos se han producido fuera de los territorios originarios de la caja; es decir, lejos de las provincias de Alicante, Valencia y Murcia.

Con la suspensión de empleo, pero no de sueldo, Amorós –hasta la intervención, la segunda directiva tras el ex presidente, el también cesado Modesto Crespo– sigue como empleada de la casa aunque todavía no tiene puesto asignado. Según los sindicatos, Amorós podría percibir un sueldo de 5.600 euros mensuales distribuidos en 22 pagas. Está considerada de nivel 1 –2.800 euros mensuales– dentro del convenio colectivo de la CAM.

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