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Modesto Crespo, expresidente de Caja Mediterráneo (CAM), optó ayer por el silencio en su primer acto público apenas dos semanas después de la intervención de la caja por parte del Banco de España. Mientras, el nuevo equipo gestor de la caja, comandado por el interventor José Antonio Iturriaga, prosiguió la ronda de interrogatorios a representantes de los órganos de la caja. Los interventores se reunieron por la mañana con la comisión de control; y, por la tarde, con los sindicatos. A estos les comunicaron que "flexibilizarán" la medida de suspender las vacaciones estivales a los directivos y rechazaron hablar del plan de empleo.

Crespo, en calidad de presidente del patronato del Misteri d´Elx (único cargo que retiene tras su paso por la cúspide empresarial y financiera de la provincia de Alicante), ofreció ayer una rueda de prensa con motivo de un convenio de la entidad. Al ser preguntado por la valoración de la intervención de la CAM, Crespo dijo: "No es el foro adecuado para tratar ese asunto". Y sobre la petición de Compromís de que dimita también del patronato del Misteri, insistió: "No voy a contestar a esas preguntas, pues no es el foro adecuado e, indudablemente, no voy a hablar de esos temas".

Crespo se despidió oficialmente de la entidad en la mañana del pasado 22 de julio, en un consejo de administración en el que anunció que adelantaba la entrada del Banco de España en la CAM a las cero horas del día siguiente. Según exconsejeros, el cónclave "fue patético y ridículo". Crespo no dio explicaciones y se dedicó a defender la honradez del dimitido presidente del Consell, Francisco Camps, que le aupó al cargo, y a criticar a los exconsejeros discrepantes con su gestión. El día siguiente llegaron los tres interventores. Dieron a Crespo un plazo de tres horas para desalojar su despacho mientras un empleado sacaba su coche del garaje, y le vetaron la entrada en la sede social de la caja.

Los nuevos administradores del Banco CAM siguen inmersos en su sigilosa investigación para desentrañar los motivos que llevaron a la entidad a la intervención y sanear sus cuentas para su venta.

Los interventores, tras la ronda de entrevistas durante la primera semana con los miembros del destituido consejo de administración, se reunieron por la mañana con la comisión de control de la CAM. Este órgano, integrado por 10 miembros y presidido por Juan Ramón Avilés, mantiene sus funciones tras la intervención. El objeto de la reunión, según una nota oficial de Banco CAM difundida a través de las agencias, era trasladar a la comisión de control la "estrategia a seguir".

Por la tarde, tocó el turno al comité del empresa de la extinta CAM. En este caso el objeto de la reunión era únicamente responder a la petición de los sindicatos de flexibilizar la medida de suspender las vaciones a los directivos (directores de sucursales y responsables de los distintos departamentos de la caja, entre un 30% y un 40% del personal), La respuesta de los interventores fue que se "suavizará" la medida. "Se intentará compaginar las vacaciones con los compromisos adquiridos por los afectados con las necesidades de funcionamiento de entidad", señalaron fuentes sindicales. Los sindicatos, según esas fuentes, preguntaron por el futuro laboral de la caja y reiteraron su propuesta de que se mantenga la actual plantilla y la respuesta fue que "ese no era el objeto del encuentro". "El plan laboral se tratará más adelante, pero sin precisar fecha", añadieron esas fuentes.

Por otro lado, el portavoz del PSPV en la Diputación de Alicante, Alejandro Soler, calificó de "impresentable ante los ciudadanos la gestión de los consejeros de la CAM" y pidió que se "exijan las responsabilidades que correspondan". El diputado autonómico de EU Ignacio Blanco anunción que solicitará la comparecencia en las Cortes del exconsejero de Economía Gerardo Camps, y del director del Instituto Valenciano de Finanzas, Jorge Vela.

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