Las cuotas participativas de Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) han perdido el 30% en tres meses, desde que fracasara el SIP de Banco Base; La escasa liquidez del valor contribuye a amplificar los cambios de cotización
Caja de Ahorros del Mediterráneo sigue en la senda de desaceleración; Ayer rebotó un 6,89% después de la caída récord del 8,87% en la jornada anterior. El debilitamiento más profundo del valor se ha concentrado en los últimos tres meses, periodo en el que ha caído el 30%, hasta alcanzar niveles históricamente bajos. Para los analistas la explicación a este comportamiento está relacionado directamente con la situación financiera de la compañía. "Si tienes un déficit de capital de 2.800 millones de euros y una capitalización en el mercado de 225 millones..., lo dice todo. Es un valor que está abocado a desaparecer", explica un analista. Este experto cree que la cotización estaría mucho más abajo si los inversores hubieran entrado con posiciones cortas. "El 90% son particulares, no hay institucionales y la liquidez es muy baja", asegura.
Alberto Roldán, director de análisis de Inverseguros, opina que la fuerte corrección de la CAM del lunes está asociada igualmente al escaso capital flotante con el que cotiza. "Es la expresión máxima de lo que está sufriendo el sector financiero a nivel general. Hay pocas manos que muevan el valor", dice.
CAM lleva goteando a la baja en Bolsa desde que a finales de marzo Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura votaran en contra de segregar sus activos en Banco Base por las necesidades de capital que precisaba la caja alicantina. A partir de entonces, CAM ha ido en solitario hacia la búsqueda de una solución que le permita llegar a los niveles de solvencia exigidos.
El consejo de la Administración de la entidad aprobó en abril solicitar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 2.800 millones, una inyección de capital que se espera para julio a pesar de que hay tiempo hasta septiembre para que la CAM levante el capital requerido. Por su parte, la entidad ha apuntado que está trabajando bajo la posibilidad de dar entrada a un inversor institucional o la venta de participaciones industriales que puedan reducir las necesidades de recursos propios.
El futuro de las cuotas participativas de la CAM aún es incierto. Las vías abiertas pasan por mantenerlas, amortizarlas o canjearlas por acciones del que sería el nuevo banco si llegara a cotizar. El mercado se inclina de forma abrumadora por su desaparición en Bolsa.
El valor se deprecia el 23% desde el debut
La CAM ha sido la primera y única entidad en salir a cotizar bajo la fórmula de cuotas participativas. Se trata de un producto que a diferencia de las acciones no tiene derechos políticos. Junto con La Caixa, que sacó a cotizar su holding industrial Criteria, han sido las dos entidades en dar presencia en Bolsa a las cajas de ahorros hasta el momento.
El debut de la caja alicantina se produjo en el verano de 2008, cuando la crisis financiera estaba en uno de sus peores momentos. Además, S&P rebajó su calificación crediticia antes de dar el salto al parqué, de A+ a Aa2.
El precio al que salieron a cotizar las cuotas participativas fue de 5,84 euros. El último cambio registrado ayer fue de 4,5 euros. El importe de la emisión ascendió a 292 millones de euros.
La entidad financiera ha utilizado las cuotas participativas para retribuir a su plantilla. El año pasado repartió 4,2 millones de euros entre sus 7.000 trabajadores.
El valor no ha conseguido mantener la atención de analistas o expertos de forma continuada desde que saliera a cotizar. No hay consenso de recomendaciones o de precio objetivo. |