Rodrigo Rato quiere iniciar el ‘road show’ con inversores tras las elecciones municipales. El grupo prevé colocar 3000 millones de capital
Bankia ya tiene fecha para su estreno bursátil; El presidente del grupo, Rodrigo Rato, tiene previsto llevar a cabo la colocación de la entidad en los mercados en la primera quincena de julio. La entidad prevé colocar, al menos, 3.000 millones de euros de capital ya que, como adelantó EXPANSIÓN, quiere sobrepasar holgadamente el capital que necesita según los criterios del Banco de España (1.795 millones).
El grupo baraja que las acciones sean colocadas al 50% entre tramo mayorista y minorista. El tramo institucional será adquirido por los grandes fondos de inversión institucionales como BlackRock, Fidelity y el fondo californiano Capital.
El tramo minorista se colocará a través de la red de Bankia y de otras entidades, principalmente la del Grupo Santander. Bankia tiene una red de 4.500 oficinas procedentes de sus siete cajas integrantes (Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja).
El Grupo Santander en España, que cuenta con 4.700 oficinas (3.000 de su red minorista y 1.700 de Banesto), será la principal red bancaria, además de Bankia, que venderá acciones de la nueva entidad. Santander ha manifestado en círculos financieros su interés en que la salida a bolsa de Bankia tenga éxito por que considera que beneficiará al sistema financiero español en su conjunto. Bankia también se apoyará en las redes de otros bancos como BBVA y de algunas entidades extranjeras.
El road show para vender el proyecto a inversores institucionales extranjeros comenzará en junio, según el calendario de la operación que acaba de decidirse. De esta forma, daría tiempo a que la colocación se efectuara antes del 15 de julio, siempre que las condiciones del mercado lo permitan. A partir de esa fecha, sería desaconsejable para la venta del tramo a particulares por el inicio del periodo vacacional. Si no se pudiera realizar la salida a bolsa con este calendario, el grupo tendría que esperar hasta el otoño, la siguiente ventana de oportunidad.
Bankia trabaja en la colocación con cuatro bancos de inversión: Bank of America-Merrill Lynch, Deutsche Bank, JP Morgan y UBS. Como banco asesor de la operación ha contratado a Lazard y a Deloitte como auditor. En la parte legal, trabajan Uría Menéndez y el bufete estadounidense Davis Polk. Los inversores institucionales interesados consideran que la inversión en Bankia es una buena oportunidad ya que es la entidad que más reestructuración debe hacer, lo que implica muchas posibilidades de ahorro de costes en el futuro.
Sigue pendiente el fichaje de un consejero delegado del grupo antes de la salida a bolsa. Los grandes fondos de inversión, como BlackRock, interesados en entrar en el capital de Bankia consideran positivo la designación de un directivo que lleve el día a día antes incluso del road show.
Dos son las principales dificultades que tiene esta búsqueda: el aspecto político y salarial. Un elemento decisivo a la hora de aceptar o no el cargo de consejero delegado de Bankia es el peso del poder político en los órganos de gestión de las cajas integrantes del grupo y el temor a que limitara su capacidad de gestión. Además, las altas remuneraciones de los candidatos idóneos es una dificultad añadida.
Algunas fuentes subrayan que hay directivos dentro del grupo como Ildefonso Sánchez Barcoj, el actual director general Financiero y de Riesgos, que tiene el perfil adecuado para hacerse cargo del día a día del negocio como número dos de Bankia.
El precedente de Estados Unidos Bankia espera que la OPV atraiga el interés de gestoras estadounidenses que ya participaron en el plan de rescate para la banca aprobado tras la crisis financiera de 2008. Las grandes entidades dieron entrada en su capital al Tesoro y a inversores institucionales para elevar sus fondos propios. Después, recompraron las participaciones de estos inversores, que recuperaron la mayoría del capital con plusvalías.
La salida a bolsa va a ser una de las más importantes de los últimos años en España. El Banco de España considera que la operación es clave para calibrar el éxito del proceso de reestructuración de las cajas. Si Bankia no lograse captar, 1.795 millones en el mercado, el Estado tendría que inyectarle 5.575 millones, posibilidad que descartan por completo en el grupo.
El descuento de la OPV, pendiente de los saneamientos y la segregación definitiva Bankia sale a bolsa para cumplir con los nuevos requerimiento de solvencia del Banco de España. La entidad liderada por Bancaja y Caja Madrid necesita 1.795 millones de euros para alcanzar un capital principal del 8%. Pero el grupo, que operará y saldrá a bolsa utilizando la ficha bancaria de Altae, pedirá al mercado más fondos de los exigidos por el supervisor.
La OPV, repartida al cincuenta por ciento entre el tramo minorista y el institucional, superará los 3.000 millones. Bankia nacerá así con unos activos totales de 275.000 millones y un valor contable de 12.000 millones. El banco se queda con el negocio financiero, principalmente, mientras que la mayoría de los activos inmobiliarios problemáticos y de las participadas estará integrada en el ‘banco malo’, el SIP formado por las siete cajas (Banco Financiero y de Ahorro). El perímetro exacto de la segregación todavía está por definir y la decisión no es baladí.
La valoración definitiva de Bankia a la que están dispuestos a entrar los inversores institucionales dependerá, en gran medida, del saneamiento total realizado. Los mercados dan por hecho que el banco saldrá con un descuento mayor al de CaixaBank (0,8 veces valor contable). Bankia y los colocadores confían en que el descuento sea de 0,7 veces el valor contable, aunque esta cifra es demasiado alta para varios fondos que están analizando la operación.
No obstante, con un descuento muy alto las cajas-accionistas podrían perder el control del grupo. En el caso de que terminase saliendo a bolsa con un descuento de 0,6 veces su valor en libros, tendría que colocar más del 40% de su capital. |