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El plan de reestructuración que la CAM presentó en Madrid el pasado 28 de abril para alejar la amenaza de la intervención del Banco de España y acceder a los 2800 millones en ayudas que necesita para cabalgar en solitario contempla una reducción del 18% de personal en sus servicios centrales y del 15% en su apartado de gastos generales, donde están incluidas sus oficinas. En cifras, esto supondrá unos 180 puestos de trabajos (los servicios centrales cuentan con una plantilla de 1.000 empleados) y la reducción de unas 140 sucursales (de una red de 960).

El actual plan de reestructuración, al que ha tenido acceso EL MUNDO, prevé un ahorro de 900 millones de euros en los próximos cinco años, 300 más de los previstos inicialmente. Se apoya en la «optimización de los costes y un apalancamiento del balance mediante un plan de desinversiones de activos no críticos para el negocio». Es decir, en la venta de participaciones donde la entidad no tenga intereses estratégicos.

Este plan de autorescate se completará con una mejora de la productividad y eficiencia de su red de oficinas, aplicado tras un recorte de recursos «en el que se buscará activamente el consenso de los sindicatos», según comentaron fuentes de la caja. La política de reducción de costes empezará por los servicios centrales, con una «reducción drástica» del ratio de empleados de su personal «sobre el total de la plantilla, hasta quedar tres puntos por debajo de los valores actuales». En el apartado de gastos generales, la CAM espera un ahorro de 22 millones al año, deducidos de la eliminación del 15% de oficinas. En principio el coste de la operación de fusión con CajAstur se había cifrado en 1.200 empleos (con las prejubilaciones y bajas incentivadas) y el cierre de 140 sucursales.

No todos los ajustes previstos en el plan de reestructuración tendrán el mismo recorrido, teniendo en cuenta que la entidad financiera cuenta en algunos puntos con niveles de eficiencia superiores a los de los segmentos comparables; un buen ejemplo seria la rama de tecnología y sistemas de información, donde cuenta con ratios de entre 15 y 30 puntos superiores a la media.

El plan de reestructuración no se enmarca sólo como un plan de contención del gasto, sino que también prevé un incremento de ingresos. Fuentes de la caja apuntan que el valor de franquicia de la CAM, ligado al PIB turístico y al mercado de segunda residencia, se encuentra «en una zona con un amplio potencial de crecimiento», lo que coloca a la caja en una posición privilegiada «para remontar la situación actual».

En cuanto a la gestión comercial, la CAM apostará por la flexibilidad y la agilidad» a la hora de lanzar productos, para los que se crearán estrategias de precios específicas en función de distintos parámetros como «por ejemplo, el canal, la divisa, el importe, el segmento y el canal de vinculación». Un factor que será clave en los planes de la caja para la mejora del margen de interés.

El objetivo es llegar en 2015 a un ratio de eficiencia del 50%; es decir, a gastar cinco euros por cada diez que ingrese. La directora general de la CAM, María Dolores Amorós, prevé que la mejora en los niveles de eficiencia y solvencia, junto con la natural  recuperación del mercado, permitirán mejorar la rentabilidad «hasta niveles de ROE [rentabilidad sobre recursos propios] superiores al 15% a finales de 2015».

Mientras tanto se pondrá en marcha el plan de viabilidad que contempla el trasvasedel negocio financiero a un banco (Banco CAM) que operará al margen de la caja y que dispondrá de una aportación de 2.800 millones del Frob. Este movimiento podría suponer la intervención de la CAM s ésta no encuentra un socio.

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