La presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán.

Santander, BBVA, Sabadell y el resto de bancos asociados a AEB (más de 70) ultiman una mejora salarial para sus plantillas con el objetivo de compensar a los trabajadores por la pérdida de poder adquisitivo a consecuencia de la inflación. Tras meses de estudio, las entidades optan por abonar una paga única que deberán cerrar con los sindicatos. La AEB, que representa a más del 60% de entidades del sistema bancario español, comunicará a los representantes de los trabajadores esta decisión a principios de noviembre, cuando se terminen de matizar los detalles de la paga, según indican fuentes financieras a Economía Digital.

La medida será similar a la que han aplicado algunas de estas entidades en otros países en los que operan de manera unilaterial. Solo que aquí se comunicará a nivel sectorial y además, debe seguir un protocolo. Primero se propondrá a los sindicatos en el marco del Observatorio Sectorial, después se abrirá una mesa negociadora y finalmente debe ser aprobada por estos.

Santander y Sabadell ya han tomado medidas en esta línea en sus filiales de Reino Unido. El banco que preside Ana Botín ha elevado un 4% los salarios inferiores a 35.000 libras, unos 40.000 euros. Y el de Josep Oliu va a realizar dos pagos únicos, uno en octubre y otro en abril de 500 libras cada uno para los empleados con salarios inferiores a 30.000 libras. 

En España, los bancos que pertenecen a la AEB, donde también se encuentran Bankinter o ING, han optado por esta segunda opción, abonar una paga única y esperar a revisar los salarios cuando toque renegociar el convenio colectivo del sector, que vence a finales de 2023. 

La patronal bancaria que preside Alejandra Kindelán se comprometió con los sindicatos en la reunión que mantuvieron el pasado mes de septiembre a presentar a finales de octubre una propuesta de mejora salarial que compensara la subida de la inflación. Pero en el último encuentro no se concretó nada, pues las entidades se encontraban inmersas en las presentaciones de resultados.

La contraofensiva de los sindicatos se produjo este mismo viernes cuando decidieron salir a la calle para protestar y exigir una revisión salarial en cuatro ciudades del país: Madrid, Valencia, Málaga y A Coruña, donde se encuentras las principales sedes de los bancos. Según fuentes sindicales, se han concentrado más de 1.500 personas en estos puntos. 

Las protestas no iban solo contra los bancos de AEB también contra los de CECA, donde se encuentran agrupadas principalmente las ex cajas de ahorro como Caixabank o Unicaja. Pero la postura de esta patronal está todavía sin definir. 

Fuentes financieras explican que en CECA se sigue internamente analizando si pueden llevar a cabo alguna mejora dado el contexto de elevada incertidumbre por los diferentes temas que hay en boga. Entre ellos, si habrá o no finalmente recesión, lo que puede elevar la morosidad en los bancos o el impuesto que quiere aprobar el Gobierno. Indican también que cada negociación lleva su proceso y la decisión de AEB no será un detonante para que CECA haga lo mismo. 

La decisión de AEB beneficiará a unos 81.500 trabajadores, que son los que reúnen los 71 bancos asociados a esta patronal; No serán las primeras empresas del sector financiero que adoptan una medida de alivio por la inflación, Mapfre, por ejemplo, ya lo hizo en verano. 

La aseguradora que preside Antonio Huertas optó el pasado mes de julio por pagar a sus empleados en España 350 euros para ayudar a afrontar la actual coyuntura económica. La medida benefició a los 10.500 empleados del grupo, excluyendo al equipo directivo.

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