El estado podría hacerse con más de un 50% del capital de la entidad, pero de momento, el Banco de España ha abierto la puja del sector privado por la entidad. El supervisor ha decidido llevar a cabo una subasta restringida para deshacerse de los activos de la entidad alicantina tras el fracaso de su fusión con Cajastur y la imposibilidad de esta de encontrar nuevos socios.
El organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez se habría dirigido a un número reducido de entidades con capacidad para hacerse cargo de la caja.
La CAM reclamó ayer al Banco de España, al filo de la medianoche, ayudas del FROB para su inmediata viabilidad. Las necesidades de capital de la alicantina se estiman en torno a los 2.500 millones.
En el el día de hoy, los máximos responsables de la entidad mantendrán una reunión con el supervisor para analizar el plan de recapitalización.
Santander, el mejor colocado
En los últimos días, diversos medios han apuntado las negociaciones de varias entidades para controlar a la caja alicantina, que tiene activos por valor de 70.000 millones de euros. Nombres como Santander, La Caixa, BBVA y Popular han surgido en los últimos días, entidades que por tamaño serían las únicas capaces de digerir a la caja alicantina.
Hace un tiempo, cuando el tormentoso matrimonio con Cajastur aún no se había consumado, el Banco de España había recomendado a la alicantina que se integrará en el grupo de Caja Madrid, un proyecto al que se resistió por la dilución que supondría unirse a la, por aquel entonces, segunda mayor caja del país. También mantuvo contactos con Ibercaja, la última soltera del sector, si bien esas conversaciones no llegaron a nada.
Esquema de protección de activos
En el mercado se considera que la posible participación de un banco español interesado ahora en la CAM estaría muy condicionada, en el caso de la mayoría de las entidades, a que la compra de activos estuviera respaldada por un esquema de protección de activos (EPA).
"No puedes comerte un entidad con una necesidad de capital tan fuerte como la CAM si no cuentas con un respaldo ante futuras pérdidas de sus activos inmobiliarios", manifestó una fuente de un banco español.
"Es un sapo demasiado grande de tragar. Y la EPA sólo se garantiza si hay una intervención y de momento no estamos en este escenario", agregó.
Entre los bancos españoles, el único que en el pasado ha dicho de forma oficial que estaría dispuesto a realizar compras de negocios de cajas sin contar con un respaldo frente a activos dañados es Santander. |