- El Santander estudia la fusión por absorción del grupo que preside Josep Oliú.
- Ventajas: realizar una ampliación de capital invisible, mejorar su presencia en Cataluña, mejorar su margen en banca doméstica y aprovechar los créditos fiscales.
- Por cierto, el banco Santander España, de Rodrigo Echenique, no ha dado los resultados apetecidos por Ana Botín.
- Aunque es cierto que Oliú desea retirarse a los 70 como un gran banquero.
- Es decir, quiere absorber al Popular y retirarse a los 70 años como un gran banquero.
- ¿Y el Banco Central Europeo (BCE) que diría a una fusión Santander-Sabadell? Lo de siempre: ¡que viva lo grande!
Eulogio López
En el corazón del Banco Santander, en Boadilla del Monte, provincia de Madrid, se estudia al Sabadell y, según fuentes del Santander, ya ha habido contactos con el grupo que preside Josep Oliú (en la imagen junto a Ana Botín).
Y es que, no nos engañemos: el proyecto Santander España, que lidera Rodrigo Echenique, es decir, esa unidad bancaria sin naturaleza jurídica pero con competencias muy definidas, no acaba de funcionar. Si lo prefieren en crudo: Ana Botín no acaba de estar contenta con los resultados de Rodrigo Echenique.
De hecho, los aspectos positivos de una fusión por absorción del Sabadell son importantes: de un lado, en el Sabadell saben hacer banca doméstica. Además, el Santander entraría en Cataluña por la puerta grande y debería mejorar su margen en banca doméstica.
Pero en la absorción con el Sabadell hay otra cuestión más interesante. Recuerden que Ana Botín ha dicho siempre -lo repetirá en el Día del Inversor- que el Santander no precisa una ampliación de capital.
Ahora bien, una fusión por absorción, con pago en papel, no deja de ser una forma de fusión virtual que no conlleva el coste de mercado de una ampliación de capital pura y dura. Y los créditos fiscales del Sabadell también resultan interesantes.
En el terreno negativo, toda fusión u absorción tiene un coste en personal. Además, en el Santander dudan sobre el capítulo de provisiones del Sabadell y en ciertas “opacidades” del banco catalán como las cláusulas suelo, el saneamiento CAM y las draconianas condiciones de compra del TSB británico.
¿Es esta la opción favorita de Pep Oliú? No. Tiene 67 años de edad y quiere retirarse a los 70 como un gran banquero. Vamos, que quería absorber al Sabadell, no ser absorbido.
¿Y la autoridad competente, o quizás incompetente, pero, en cualquier caso, clave? Pues según las mismas fuentes del Santander, al BCE no se le ha comunicado aún nada pero están seguros de que lo verían con buenos ojos. No sólo porque Mario Draghi haya pedido fusiones sino porque lo que priva en Occidente es el burro grande, ande o no ande. |