El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha considerado este miércoles que es conveniente dejar pasar unos dos años antes de que se produzcan nuevas fusiones.
El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha considerado este miércoles que es conveniente dejar pasar unos dos años, cuando está previsto un cambio en la curva bajista de los tipos de interés, antes de que se produzcan nuevas fusiones entre entidades financieras españolas.
En una conferencia en Matins Esade sobre los retos del sector financiero, ha argumentado que, a corto plazo, el sentido económico para los accionistas ante posibles fusiones "es difícil materializarlo con tipos de interés tan bajos y rentabilidades tan bajas", a lo que se suman niveles de cotización de las acciones de la banca también muy bajos.
Así, no espera fusiones a corto plazo porque no se cumple el criterio de crear valor para los accionistas, aunque ha reconocido que hay presión en el propio sector para mejorar la rentabilidad ganando escala, debido a la estrechez actual de márgenes: "Si alguien se mueve, se moverá el status quo".
La debilidad de Popular se corrige
Ha sostenido que la solvencia es una asignatura pasada para la banca española y, a preguntas de los asistentes y de la prensa respecto a una supuesta "debilidad" de Banco Popular, ha afirmado que "se corrige" con la ampliación de capital de 2.500 millones que ha anunciado la entidad presidida por Ángel Ron.
Sobre la fuerte caída de la acción del Popular en pocos días por el aumento de ventas en corto y la posibilidad de que esta estrategia de algunos fondos de inversión se extienda al Sabadell, ha dicho que el banco no ve variar hasta ahora el peso de las posiciones en corto, y que su solvencia es la más alta de la banca española: "No tenemos en absoluto esta presión".
Por otro lado, en su conferencia ha augurado que el sector bancario "va a abrir una guerra por la confianza para captar clientes", dado que los ciudadanos buscan cada vez más la ética y una relación entre iguales con su entidad financiera.
Ha reconocido el "empoderamiento" del cliente tras la crisis, ya que está más informado y reivindica más sus derechos tras las polémicas por la dudosa comercialización de productos financieros en los últimos años.
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