Los empleados de las antiguas cajas de ahorro han sido convocados a asambleas hoy
Los sindicatos intensificarán las protestas por el nuevo convenio en la recta final del 20D
JUAN DE PORTILLO
MADRID
09-12-2015 10:22
Los trabajadores del sector financiero están a punto de entrar de lleno en la recta final de la campaña electoral de los comicios del 20 de diciembre. Ante la falta de acuerdo a la hora de negociar el nuevo convenio de las antiguas cajas de ahorros, CC OO, Csica y UGT, los tres sindicatos mayoritarios del ramo, han convocado para hoy asambleas de trabajadores por toda España a fin de apretar las tuercas de su calendario de protestas.
En concreto, las tres centrales sindicales celebrarán asambleas en Madrid, Barcelona, La Coruña, Sevilla, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Valencia, Valladolid y Zaragoza durante esta tarde. “El objetivo es informar de la gravedad de la situación de la mesa del convenio y de las razones que nos llevan a mantener e intensificar las movilizaciones”, han anunciado los sindicatos.
Los puntos de fricción ante el nuevo convenio:
Antigüedad: la patronal quiere acabar con los privilegios automáticos como ascensos o complementos por antigüedad.
Horarios: Las entidades apuestan por flexibilizar horarios para facilitar la apertura de oficinas por las tardes.
Movilidad: La patronal busca ampliar de 25 a 50 kilómetros el límite de movilidad geográfica.
Estos denuncian que la patronal de las cajas se niega a suavizar sus planteamientos de partida en la negociación, incluyendo los tres que más animadversión causan entre las plantillas. De un lado, la eliminación de los derechos por antigüedad, como pagas y ascensos, que las entidades prefieren hacer discrecionales en lugar de automáticas.
En segundo lugar están la pretensión patronal demodificar los horarios para facilitar la apertura de oficinas por las tardes. Finalmente, la Asociación de Cajas de Ahorros en Relaciones Laborales (Acarl) apuesta por ampliar de 25 a 50 kilómetros el límite de movilidad geográfica que impone el convenio.
Aunque este mismo pulso lleva meses sobre la mesa, los sindicatos han decido elevar ahora el tono de las protestas de cara a fin de año, y coincidiendo con las campañas políticas de cara a las Elecciones Generales del 20 de diciembre, por el temor a que la patronal imponga sus condiciones una vez que ha transcurrido un año desde el fin de la vigencia del convenio anterior.
Más allá del efecto mediático que puede tener cualquier tipo de conflictividad social en periodo electoral, las protestas en torno a la negociación de un convenio colectivo tienen implícita una crítica a la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy, que limita a un año el periodo de ultraactividad –antes indefinido- durante el que se mantiene vigente un convenio mientras se negocia uno nuevo. Candidatos a la presidencia tan dispares como Pedro Sánchez, por el PSOE, o Albert Rivera, por Ciudadanos, ya han anunciado que si acceden a poder modificarán este punto de la reforma laboral para devolver peso a la negociación colectiva.
De otra parte, publicitar los problemas laborales del ramo del sector financiero que más problemas ha ocasionado –solo el rescate de Bankia ha costado 22.500 millones de euros– no es la mejor publicidad para el Gobierno en periodo electoral.
Un factor que seguramente los sindicatos puedan utilizar como elemento de presión ante la patronal. Con todo, los sindicatos se guardan la artillería pesada para fin de año. Si para el 31 de diciembre no se ha logrado un acuerdo en el convenio de ahorro y en el de banca (ver despiece) las centrales amenazan con convocar huelgas de trabajadores inéditas en el sector financiero y en plena campaña de compras navideñas.
De momento, los sindicatos tienen ya previstas concentraciones de protesta el lunes ante la sede deBankia, en Madrid, y la de CaixaBank, en Barcelona.
Los bancos se juegan atar un acuerdo el lunes
Aunque el enconado enfrentamiento que mantienen los sindicatos del sector ahorro con la patronal del ramo a cuenta de su nuevo convenio colectivo se ha traducido ya en una serie de protestas y concentraciones que se intensificarán a lo largo de los próximos días, la negociación entre los bancos y los representantes de sus plantillas por el diseño de su propio marco laboral tampoco está del todo despejada. Aunque las partes han ido limando asperezas en las últimas semanas apostando por abrir múltiples negociaciones técnicas de pequeño calado para tratar de armar un pacto en profundidad, lo cierto es que las partes no han conseguido consensuar aún un principio de acuerdo. Unos y otros aspiran a hacerlo en la reunión de negociación que mantendrán el próximo lunes. La Asociación Española de Banca (AEB) y los sindicatos mayoritarios confían en poder atar entonces el esqueleto de un convenio definitivo que podrían terminar de detallar en los días siguientes. El problema más acuciante es que el 20 de diciembre, justo el día de las Elecciones Generales, vence la ultraactividad que mantiene aún operativo el antiguo convenio colectivo de los bancos, con lo que con la última reforma laboral en la mano, las entidades podrían comenzar a aplicar modificaciones unilaterales de las condiciones de trabajo a partir del lunes 21 si no hay un acuerdo antes de esa fecha. Desde CC_OO advierten que si no se logra un preacuerdo este lunes, los trabajadores del sector quedarán expuestos con lo que se sumarían a la escalada de protestas ya iniciada por los empleados del sector ahorro. De hecho, desde la central no descartan que las plantillas de banca sean convocadas también a la huelga estas navidades si las aproximaciones logradas con la patronal no precipitan ya en un acuerdo.
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