Los directivos de CAM se encontraron una compañía descapitalizada y poco rigurosa
La operación que iba a costar unos 70 millones acabó costando a la Caja 311
Fue la entidad alicantina la que financió a los socios la recompra de las acciones
F.D.GAlicante
Actualizado: 19/11/2013 10:52 horas
Los socios de la CAM en la financiera mexicana Crédito Inmobiliario (CI) hincharon los balances de compra de la firma en 35 millones de euros en el momento en que vendieron la empresa a la caja. Además de los números números rojos escondidos entre las cuentas de CI, los directivos de CAM se encontraron una compañíadescapitalizada y con una cultura de trabajo poco rigurosa. De forma que una operación que iba a ser la punta de lanza de la aventura internacional del grupo alicantino y que iba a costar unos 70 millones en febrero de 2009, acabó obligando a Caja Mediterráneo a poner 311 millones. El resultado final fue la disolución ordenada de Crédito Inmobiliario en junio de 2012. Inversión perdida.
Cuando CAM adquirió la mexicana CI (especializada en hipotecas y préstamos a promotores), la empresa tenía sus balances falsificados. Ello obligó a la caja a inyectar liquidez de forma urgente para reconducir la situación y evitar la quiebra. En la entidad sospecharon incluso que había antiguos directivos de CI que se habían llevado dinero de la empresa (11 millones de euros) a través de facturas de proyectos inmobiliarios.
En mayo de 2008, la financiera GMAC, el socio de la CAM en Crédito Inmobiliario, decidió salir de la sociedad. Fue la propia caja alicantina la que financió a los socios la recompra de las acciones. Al mismo tiempo, la CAM también aprobó nuevas líneas de financiación para Crédito Inmobliario.
En febrero de 2008, CAM encargó a la firma KPMG una ''due dilligence'' para evaluar la compra definitiva de Crédito Inmobiliario, según un informe interno de CAM al que ha tenido acceso este diario. En ese momento surgieron los primeros problemas al detectar un agujero de 59 millones en las reservas de CI.
Permiso del Banco de España
En abril de 2009 se recibió la autorización del Banco de España (BdE) para adquirir CI. El supervisor había advertido en 2007 de queno iba a permitir la operación si la caja no emitía las cuotas participativas. Una vez que CAM puso estos títulos en el mercado (julio de 2008), el BdE dio su permiso.
CAM pagó a sus socios 10,51 millones por la empresa en el momento de la compra (abril de 2009). No obstante, se les retuvo el 72% de este pago (7,54 millones), a la espera de comprobar que todos los números cuadraban.
Una vez que la caja alicantina tomó el control de Crédito Inmobiliario, encargó a KPMG una investigación a fondo de las cuentas de la financiera mexicana. El departamento de forensic de la firma, especializado en detección e investigación de fraude empresarial y financiero, concluyó que los socios habían falseado los balances de compra en unos 600 millones de pesos mexicanos (35 millones de euros).
Desde KPMG avisaron de que el impacto de este maquillaje contable era más profundo por la cultura escasemente profesional que había en Crédito Inmobiliario. Automáticamente CAM retuvo los 7,54 millones que quedaban por pagar a los socios. Sin embargo, no tuvo más remedio que meter más dinero hasta diciembre de 2010,convirtiendo varias líneas de financiación en capital y liberando fondos por la vía rápida para reforzar el capital de la firma. 311 millones en total.
La llegada de esta liquidez apuntaló el balance y evitó la quiebra, consiguiendo algunos resultados positivos en 2011. No obstante, CAM le puso el cartel de ''Se vende'' a Crédito Inmobiliario. En junio de 2011 adjudicó la operación, mediante un mandato de venta de un año (15.000 euros al mes), a BBVA Securites. El objetivo era sacar 181 millones de euros (17 millones menos que el valor en libros que había asignado la CAM). No hubo compradores. Más tarde, cuando el Sabadell absorbió CAM, decidió disolver la sociedad.
|