La trama obtuvo una amplia y ventajosa financiación de la caja.
JUANDE PORTILLO
MADRID
12-11-2013 08:12
Valfensal S.L., la empresa participada al 30% por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y al 70% por los empresarios Juan Vicente Ferri y José Salvador Baldó, fue la compañía matriz del entramado societario que sirvió para obtener financiación de la caja y “situar inversiones de la CAM en territorios calificados de paraíso fiscal”, eludiendo sistemáticamente el pago de impuestos.
Así lo sostiene el juez Javier Gómez Bermúdez en el auto por el que ordenó la detención de varios exdirectivos de la entidad y de los dos empresarios, manifestando que los imputados “decidieron que Valfensal no repartiera dividendo para lo que la contabilidad era conscientemente alterada en perjuicio” de la malograda caja.
Las cuentas de Valfensal S.L., a las que ha tenido acceso este diario, revelan que la sociedad declaró 13,89 millones de euros en pérdidas entre 2004 y 2011. Un periodo en el que según la investigación el entramado ingresó 249 millones de euros por sus negocios en el Caribe.
En concreto, Valfensal se apuntó pérdidas en 2004, 2006, 2007, 2008, 2010 y 2011 por un valor total de 19,8 millones de euros. Solo en dos ejercicios, 2005 y 2009, la empresa se apuntó beneficios, en ambos casos destinados a cubrir los resultados negativos de otros años, por un valor total de seis millones en positivo.
Un mail comprometido
Así reza el mail enviado por el responsable económico de Valfensal, Francisco Climent, al encargado de inversión internacional y hoteles de la CAM, César Véliz, en julio de 2008: "Buenos días César. Quiero hacerte los siguientes comentarios. Por regla general el resultado de Valfensal debe ser siempre 0, ya que como sabes todos sus gastos se repercuten a las sociedades participadas, ya sea por intereses de préstamos o bien por prestación de servicios. El resultado deja de ser 0, dependiendo de las diferencias de cambio dólar/euro. Hacer una previsión de estas diferencias de cambio como tú puedes entender es muy poco fiable”.
Mientras tanto, sin embargo, su empresa filial Jacksonport, ubicada en el paraíso fiscal Curaçao (antiguas Antillas Holandesas), declaró durante estos siete ejercicios 20,9 millones de euros de beneficio. El juez sospecha que Jacksonport, que figura en las cuentas de Valfensal como de “participación indirecta” pero de la que controla el 100%, era una sociedad pantalla en la que concentrar el grueso de las fuertes plusvalías obtenidas del negocio hotelero.
El juez ve una prueba “expresa” de “la falsedad de la contabilidad del grupo Valfensal” en un mail enviado en julio de 2008 por el responsable económico de la firma, Francisco Climent, al entonces responsable de inversión internacional y hotelera de la CAM y miembro del consejo de administración de Valfensal, César Véliz.
Reza así: “Por regla general el resultado de Valfensal debe ser siempre 0, ya que como sabes todos sus gastos se repercuten a las sociedades participadas, ya sea por intereses de préstamos o bien por prestación de servicios” (consulte el texto íntegro adjunto). Tanto Climent como Veliz fueron detenidos la pasada semana por la Guardia Civil y, aunque permanecen imputados, fueron liberados tras prestar declaración ante el juez.
En paralelo, a partir de 2010 la trama subcontrató a la empresa Seabrezee (también propiedad de los empresarios Ferri y Baldó) la gestión de sus hoteles en el Caribe. De esta forma, expone el juez, “Ferri y Baldó retornaban los beneficios realmente producidos por Valfensal –dividendo encubierto– sin que la CAM obtuviera ingreso alguno por tal concepto”.
La detención de ambos empresarios, que se encontrarían en el extranjero, sigue en el aire, mientras que los principales exresponsables de la caja, el exdirector general Roberto López Abad y el responsable inmobiliario Daniel Gil fueron enviados a prisión. Gil salió libre el viernes bajo fianza de 400.000 euros.
Una amplia y ventajosa financiación de la caja
El supuesto entramado societario que rodeaba la CAM tenía como doble objetivo lograr una cuantiosa financiación de la caja en condiciones ventajosas, con la que apostar por el negocio hotelero en el Caribe, a la par que se evadía el pago de impuestos y de dividendos a la entidad por dicha actividad. En la pata de la financiación jugaron un papel clave el exdirector general de la caja Roberto López Abad, el exresponsable de empresas e inmobiliario Daniel Gil y el encargado de inversión internacional y hotelera César Véliz quienes, según el juez Javier Gómez Bermúdez, llegaron a “monopolizar la información sobre el grupo”. Mediante este control personal, la caja alicantina fue incrementando progresivamente la concesión de créditos a la empresa Valfensal pese a las recurrentes pérdidas de esta firma. Desde los 57 millones de dólares (42 millones de euros) que le prestó en 2004, la CAM llegó a mantener un saldo vivo de crédito a Valfensal de 142 millones de euros en 2011, el año en que la caja fue intervenida. Un saldo, además, que se concedido en condiciones bastante ventajosas, con tipos de interés que oscilaron entre el 2,51% y el 4,82% en los últimos años de actividad. La deuda pasó, con la CAM, a manos de Banco Sabadell que se deshizo del 30%_de Valfensal esta primavera. |