Como apoderados de Valfensal, Juan Ferri y José Baldo eran los hombres de confianza de Roberto López Abad en el diseño de las inversiones en el Caribe del grupo hotelero participado por CAM
M. A. R. / ALICANTE
Día 05/05/2012
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La investigación encargada por el FROB a la auditora Deloitte ha permitido detectar que Ferri y Baldo manejan un entramado de hasta 30 sociedades con sede en Holanda, que son completamente ajenas a Valfensal, pero que se han beneficiado de los negocios financiados por la antigua caja de ahorros.
El consejo de administración de Valfensal acordó por unanimidad el 1 de julio de 2010 adjudicar a la sociedad Seabreeze Internacional BV «la gestión, administración, explotación y comercialización en exclusiva» de todos los hoteles de este grupo participado por la CAM.
Con sede en La Haya
Seabreeze Internacional BV es una empresa con sede en La Haya cuyos accionistas únicos son, a través de otras tres sociedades interpuestas, Juan Ferri y José Baldo. Es decir, que Valfensal otorgó la exclusiva de la comercialización de todos los hoteles de la CAM a favor de una de las empresas de sus dos apoderados por un periodo de cinco años renovables.
Según el acuerdo del consejo de administración de Valfensal, Seabreeze se embolsará por estos servicios el 3% de la facturación neta de los hoteles y el 7% del «gross operational profit», es decir, del resultado bruto de explotación antes de impuestos.
No es la primera vez que Juan Ferri desviaba a su propia empresa el negocio hotelero de la CAM, según el informe de la auditora. Mediante varias operaciones de crédito, la caja de ahorros alicantina financió a Valfensal con 111,5 millones de dólares la compra del hotel Gala, situado en la Playa del Carmen (en la Riviera Maya de México), así como las obras de reforma del establecimiento y la compra de una parcela colindante destinada a su ampliación.
En un paraíso fiscal
La compra del hotel se cerró el 29 de marzo de 2005 sin cargas «restricciones ni límites», según consta en la escritura. No era exactamente así: un mes y medio antes, el 15 de febrero de 2005, otra empresa del grupo Valfensal, JacksonPort Corporation, había pagado 41 millones de dólares para adquirir en exclusiva los derechos de comercialización y explotación del establecimiento durante un período de ocho años, hasta 2013.
No obstante, en 2010 los derechos de explotación del establecimiento fueron transmitidos a Seabreeze Internacional BV, la empresa de Juan Ferri y José Baldo, como el resto de los hoteles del grupo CAM. Como ha informado ABC, JacksonPort Corporation tiene su sede en un paraíso fiscal, las Antillas Holandesas. Se trata de la sociedad que Ferri y Baldo usaron para pagar en una cuenta suiza una comisión de 10,3 millones de dólares (unos 7,8 millones de euros), por la compra de una parcela en Punta Cana cuyo precio había sido fijado en la mitad: 5,2 millones de dólares (unos 3,9 millones de euros).
Según uno de los correos electrónicos recogidos en el informe de Deloitte, cuando CAM advirtió que los auditores exigían que JacksonPort pasara al régimen de transparencia fiscal, Juan Ferri opuso todo tipo de objeciones porque, dijo literalmente, «podría ir a la cárcel».
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