La subasta de las entidades débiles han quedado en suspenso hasta que se decida con qué mecanismos se reforzará el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), según diferentes fuentes financieras; Hasta entonces, no se repartirán los cuadernos de venta de Banco de Valencia o Catalunya Caixa, cuya venta podría llevarse a cabo en paralelo
Antes de que se sirva la comida hay que tener bien claro quién invita al almuerzo. La asignación de la dolorosa -es decir, de la cuenta- es lo que demora los procesos de subasta de las entidades de crédito bajo control público. Así lo afirman varias fuentes financieras consultadas por este diario.
El Banco de España adjudicó CAM a Sabadell en diciembre, y Unnim a BBVA a principios de marzo. La intención aparente era que acto seguido se iniciaran los trámites para subastar Banco de Valencia. Sin embargo, ha pasado un mes y el cuaderno de venta de la entidad levantina preparado por Nomura sigue sin estar en circulación.
"Da la impresión de que las negociaciones en torno al papel del FGD están retrasando la subasta. Hace falta dinero para desatascar la cuestión", explican fuentes bancarias. Otro factor que también ha influido en la demora ha sido la elaboración de las auditorías.
Las operaciones de CAM y Unnim fueron engrasadas con recursos del FGD. Es decir, con dinero del propio sector bancario. La presión que ejercen los inversores internacionales sobre la prima de riesgo de la deuda estatal hace que el Gobierno desee a toda costa evitar un mayor estrés sobre las arcas públicas.
El pasado octubre, el Gobierno decidió unificar en un solo organismo los tres FGD preexistentes (bancos, cajas y cooperativas). Así palió la merma de recursos del fondo de cajas tras la intervención de CCM. Fuentes sectoriales estiman que después de las subastas de CAM y Unnim, así como de la aportación sectorial del pasado febrero, el FGD dispone de unos 2.000 millones. Una cantidad tal vez suficiente para sanear Banco de Valencia, pero corta para apuntalar Catalunya Caixa o Novagalicia.
La semana pasada, Catalunya Caixa informó de que ha acelerado sus saneamientos con el fin de agilizar su adjudicación y realizarla antes de verano en lugar de septiembre. De hecho, podría llevarse en paralelo a la de Banco de Valencia. Luis de Guindos, ministro de Economía, afirmó ayer que estas dos pujas se van a acelerar "muchísimo en los próximos días, en las próximas semanas". Mientras, Novagalicia busca inversores privados para eludir su subasta. Su plan es que hasta un 40% del capital pase a manos de fondos anglosajones. Para lograrlo solicita se fije un esquema de protección de activos (EPA).
Fuentes del sector afirman que el deseo del Gobierno es que sea el propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España nombrado por el Ejecutivo socialista, quien asuma todo el desgaste que conlleva la reestructuración bancaria y finalice el proceso antes del verano, cuando vence su mandato.
Una alternativa al FGD y el FROB es pedir ayuda al Fondo de rescate Europeo (FEEF), pero el Gobierno desea evitar esta opción porque estigmatizaría a la banca española y la deuda nacional.
Santander y La Caixa, renuentes a poner dinero
A la banca no le hace gracia sufragar el saneamiento del sector. Pero a algunos menos que a otros. Fuentes sectoriales afirman que Santander y CaixaBank ven con malos ojos que se comprometan más recursos. La razón es obvia: no quieren ver cómo su dinero sirve para reflotar entidades que van a parar a manos de rivales como BBVA (Unnim), Banco Sabadell (CAM) o Liberbank (CCM).
Miguel Martín, presidente de la AEB, actuó de portavoz de esta postura el lunes al afirmar que deben "ser las propias entidades en apuros quienes sufraguen su saneamiento". El representante de la patronal consideró que el Gobierno y el Banco de España deben dejar claro cómo se financiará el apuntalamiento de las entidades bajo la órbita estatal. "Las autoridades deben decir si hacen la reestructuración a través del FROB, el vehículo que crearon a tal efecto y que gestionan ellas, o si la hacen con el FGD, que existía antes". Sobre la mesa hay tres vías para canalizar la contribución del FGD. Se puede exigir a las entidades que adelanten las cuotas de 2013. Por otro lado, se les puede demandar un aumento de su aportación anual. En tercer lugar, el FROB podría emitir deuda y dejar el dinero al FGD. La banca rechaza las dos primeras alternativas. Fuentes del Ministerio de Economía afirman que se alcanzará una solución en cuestión de días.
Caja España prevé aprobar mañana su fusión con Unicaja
El consejo de administración de Caja España Duero prevé aprobar mañana en León el nuevo plan económico y financiero de integración de su banco con el de Unicaja, según desvelaron ayer a Efe fuentes de este órgano de gobierno. Dichas fuentes confían en que Unicaja haga lo mismo. La reunión tendrá lugar a las 18.30 horas en León y, además, de la fusión con Unicaja, se aprobarán las cuentas de la entidad de ahorro. Una hora y media después se reunirá Banco Ceiss, el banco de Caja España Duero.
La operación, que ha estado atascada durante un año, contará con 475 millones de euros de ayudas públicas, que serán devueltas íntegramente por Banco Ceiss. En concreto, Ceiss realizará una emisión de bonos convertibles contingentes (denominados cocos) que comprará posteriormente el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Además, Caja España Duero deberá devolver los 525 millones de euros en participaciones preferentes que tiene ya concedidos por el primer FROB.
Por su parte, Unicaja Banco tendrá abierta una línea de disponibilidad de obligaciones convertibles desde 375 millones de euros y hasta un límite de 1.025 millones de euros.
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