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Los gestores de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) responsables de la quiebra de la entidad se han saltado la orden del Banco de España de revelar, de forma individualizada y detallada, sus retribuciones y blindajes.

Los ex ejecutivos y antiguos consejeros de la entidad, incluidos el ex presidente Modesto Crespo y el ex director general Roberto López Abad, se han acogido a la ley de protección de datos para no dar detalles de sus sueldos.

Cuando el pasado 30 de diciembre todas las cajas de ahorros que han recibido ayudas dieron estos datos, la CAM no lo hizo. Su información ha llegado con retraso y, además, incompleta. En ninguna otra entidad la negativa a ofrecer las cifras había sido unánime entre viejos consejeros y ejecutivos.

La opacidad fue notable en CajaEspaña-Duero, pero no total, y también relevante entre algunos ejecutivos de Bankia y de varias de las entidades que componen este grupo, en particular Caixa Laietana y Caja Segovia.

Pero la CAM tiene el agravante de que no recibió ayudas, sino que directamente fue intervenida al presentar un multimillonario agujero. La entidad, adjudicada en subasta al Sabadell, ha requerido que se dispongan ayudas de hasta 24.000 millones de euros para cubrir sus posibles pérdidas. En el Banco de Valencia, también intervenido, apenas cuatro consejeros de 24 se negaron a dar sus datos.

Los directivos que se niegan a revelar ahora la cuantía pormenorizada de sus respectivos sueldos son los mismos que percibieron millonarias indemnizaciones por prejubilarse justo antes de que la CAM fuera intervenida por el Banco de España. La información remitida no da datos individuales, pero sí las cifras acumuladas. Se confirma que los cinco miembros del comité de dirección de la entidad alicantina recibieron entre todos 13,1 millones de euros en concepto de finiquitos. Los beneficiarios de este pellizco son Roberto López Abad (ex director general), Vicente Soriano (Recursos Humanos), Joaquín Meseguer (Participaciones Empresariales), Agustín Llorca y Gabriel Sagristá (Expansión).

Además de esta indemnización, entre estos cinco ejecutivos se embolsaron otros 695.000 euros en salarios y 3,3 millones en planes de pensiones. Estas cantidades las percibieron en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2011 y el 22 de julio, que es el día en que interviene el Banco de España en la CAM.

En total, estos cinco directivos, que eran los que más poder tenían en la caja junto con el presidente Modesto Crespo y la última directora general, María Dolores Amorós, se llevaron 17,1 millones de euros el mismo año que dejaron en quiebra a la CAM.

López Abad se prejubiló el 30 de junio, mientras que Soriano, Meseguer y Sagristá se acogieron al retiro en febrero. Por su parte, Llorca abandonó la entidad un día antes de la intervención.

Luego está la situación de los ejecutivos que pasaron al Banco CAM, con María Dolores Amorós a la cabeza. Son seis personas que percibieron 2,3 millones sólo en sueldos. La ex directora general fue cesada sin derecho a indemnización.

La CAM habrá registrado en 2011 unas pérdidas cercanas a los 2.000 millones de euros. Pero algunos de los ejecutivos responsables de una gestión con ese resultado disfrutaban de créditos a un precio más que favorable.

En la CAM quedó registrado un préstamo a un ejecutivo por 300.000 euros a un interés del 1,19%. El préstamo vence en mayo de 2015 y se concedió poco antes de que el beneficiario dejara el grupo. Y en el Banco CAM también hay un préstamo a un directivo al 1,19%, del que no se detalla el beneficiario, ni siquiera la cuantía del mismo.

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