El presidente del Sabadell ensalza la trayectoria del Banco Herrero al cumplirse el centenario de la marca asturiana; «España será capaz de volver a la normalidad», afirma el directivo
Banco Sabadell celebró ayer en Oviedo el centenario de la marca Banco Herrero, de la que es propietario desde 2002, con la convicción de que ni el proceso de concentración del sector ni la operación de ajuste y corrección de los desequilibrios acumulados por la economía española han terminado. Así lo afirmó el presidente del grupo, José Oliu Creus. Pero lo hizo con la convicción de que «aunque aún serán necesarios más sacrificios hasta que desaparezcan los déficits, la fortaleza de la economía española será capaz -aunque aún no sepamos cuándo- de volver», dijo, «a una situación de normalidad». Un recital de Ainhoa Arteta en el auditorio de Oviedo conmemoró la efeméride. El que es ya el quinto banquero más importante del país, nacido en Sabadell en 1949 y catedrático de Teoría Económica por la Universidad de Oviedo, sostuvo, como ya había dicho tras la reciente adquisición de la Caja del Mediterráneo (CAM), que «la historia de éxito de Banco Herrero ha sido y será fundamental» para el acierto en la integración y en la gestión de la entidad alicantina. El Sabadell, muy volcado en sus 130 años de historia en banca de empresas, ha tenido en esta década al frente del Herrero una escuela de aprendizaje por «la experiencia adquirida en banca de particulares en Asturias» por el Herrero en el último siglo. «El proceso de concentración del sector es probable que vaya a seguir durante algún tiempo y las entidades resultantes tendrán que tener», dijo, «un tamaño mayor», forzadas por «la crisis económica» y por las crecientes «necesidades competitivas». «La tendencia es inevitable», apostilló. Está dinámica no es nueva en el negocio bancario. «El mundo financiero ha cambiado desde que hace 100 años se creara el Banco Herrero, fruto de una visión empresarial distinguida» y «ha tendido a una concentración para hacer frente a las situaciones más difíciles fruto de una competencia feroz». Pero en ese empeño, tanto en el pasado como ahora, el binomio Sabadell-Herrero quiere ser fiel «a una política bancaria prudente y ejemplar» que caracterizó a ambas entidades y en la que, según Oliu, «la solvencia era condición necesaria» y «la gestión de costes» fue un factor «fundamental» mientras «el banco mantenía un pulso comercial de proximidad y servicio al cliente», y al tiempo que el Herrero extremaba «una buena práctica bancaria especialmente distinguida». Oliu rindió reconocimiento al hacer de Ignacio Herrero Álvarez, marqués de Aledo, presente en el acto, y principal ejecutivo del banco entre 1971 y su venta a La Caixa en 1995, y que aún continuó como presidente de la entidad hasta 2002; a su padre, Ignacio Herrero Garralda, ya fallecido, que le antecedió al frente de la institución, y a Jaime Vega de Seoane, ejecutivo incorporado por Herrero Álvarez, así como al conjunto de empleados y clientes y a los accionistas asturianos del Sabadell. Sabadell y Herrero, sostuvo Oliu, colaboraron de forma muy estrecha y mutuamente enriquecedora en el grupo de la banca mediana de la Asociación Española de Banca (AEB) hasta que el curso de los acontecimientos unió a las dos entidades. De ese largo periodo previo surgió la admiración que hacia el proceder bancario de los Herrero inculcó a Oliu su padre, el también banquero Joan Oliu Pich. «Hoy Banco Herrero es una parte esencial del grupo Banco Sabadell» y viven unidos en un periodo en el que «el sector financiero español está convulso, fruto de las consecuencias de una coyuntura económica delicada y necesitada de importantes sacrificios para corregir sus desequilibrios». Oliu no se pronunció sobre la necesidad o no de constituir un «banco malo» (posibilidad ya descartada por el Gobierno del PP) que aglutine los activos deteriorados del conjunto de la banca. «Hoy muchos conceptos diferentes de "banco malo" y la realidad es que cada entidad tiene el suyo propio al lado de un "banco bueno"», sostuvo en alusión sobre todo al riesgo inmobiliario acumulado por el sector. El Sabadell, que no parece que vaya a concurrir a la subasta de la nacionalizada entidad catalana Unnim -de confirmarse las informaciones que trascendieron ayer- cree, sin embargo, que el mercado tendrá que simplificarse aún más. Ayer se supo que el fondo británico Moor Park Capital vendió cuarenta sucursales (varias de ellas en Asturias) que el banco le había traspasado en 2010 pero conservando el derecho a permanecer en ellas, tanto entonces como ahora, en régimen de alquiler a muy largo plazo. |