La situación podría poner en números rojos al Fondo de Garantía de Depósitos
Hay cosas que no cambian nunca en esta crisis; Una de ellas es que cuando una entidad intervenida cambia de manos, la morosidad se dispara; Ayer, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, afirmó que la pérdida esperada en la cartera de créditos de la Caja Mediterráneo (CAM) recién adquirida será el doble de la que determinó Ernst & Young; Esta firma dijo que podría perder 5.500 millones. Guardiola comentó que está "más cerca" de los 17.000 millones que estiman los analistas que de los 5.500 millones que anunció el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con los cálculos de Ernst & Young. Guardiola añadió que la media entre ambas cantidades "son unos 12.000 millones, que se puede parecer más a la realidad".
La cartera problemática de la CAM asciende a 24.000 millones, por lo que las pérdidas alcanzarían el 50% del total. Es el porcentaje que hacen internamente las grandes entidades para sus carteras de ladrillo.
El problema es que si se cumplen las perspectivas del Sabadell, que ha participado en un desayuno de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el Fondo de Garantía de Depósitos se quedaría sin fondos. De los 12.000 millones de morosidad, 4.000 millones se pagarían con las provisiones de la CAM. De los 8.000 millones restantes en créditos dudosos, el Fondo de Garantía asumirá el 80% y el 20% el Sabadell.
Esto supondría que el Fondo debería pagar 6.400 millones y el banco, 1.600 millones. El Fondo puso 5.245 millones en la CAM como exigencia del Sabadell. Tras esta aportación, el patrimonio del Fondo ha quedado en 3.000 millones, por lo que no tendría suficientes recursos para estas pérdidas de la CAM si se afloran en un año. Si se tarda más tiempo, puede contar con nuevas aportaciones. Además, el Fondo tiene que afrontar las pérdidas futuras de Unnim y Banco de Valencia. Fuentes del mercado creen que estas declaraciones tratan de justificar la enorme cantidad de dinero recibido por el Sabadell, que ha levantado ampollas entre los competidores, que son los financiadores.
Por otra parte, Guardiola dijo que "hay cero posibilidades de que la compra de la CAM se lleve al Sabadell por delante". Respecto a la posible ampliación de capital, el ejecutivo barajó la posibilidad de que no fuera necesaria por el refuerzo que supondrá la conversión de las preferentes del Sabadell y CAM en acciones. En cuanto al capital, fijó el objetivo del 9% según los parámetros de la Autoridad Bancaria Europea.
El consejero delegado no quiso concretar la reducción de plantilla, tan sólo que se cerrarían 300 oficinas. "En la zona de origen de la CAM se prescindirá de sucursales del Sabadell y en la zona de expansión, las de la caja alicantina", aclaró.
Guardiola admitió que la operación tiene un riesgo de ejecución importante porque serán los equipos intermedios de la CAM, desconocidas para el Sabadell, los que soportarán el peso de la operación. Alabó la profesionalidad de los ejecutivos alicantinos y dijo que han "logrado retener a muchos clientes". Hasta marzo el banco no podrá coger los mandos, pero sí irá conociendo la situación de la CAM. Sobre el banco malo, afirmó que "daría confianza a los inversores" y que podría incorporar el ladrillo de la CAM. Guardiola auguró fusiones de "entidades privadas" por problemas de márgenes. |