La asociación asegura que se vendieron a clientes que no tenían los conocimientos necesarios y pide que se devuelva el dinero
La asociación de usuarios de banca Adicae denunció ayer ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a 52 entidades financieras, entre ellas a la CAM, por vender participaciones preferentes a clientes que no tenían los conocimientos necesarios para entender este producto. Por este motivo, la organización reclama al supervisor que inicie una campaña de inspección y obligue a bancos y cajas a devolver todo el dinero a los afectados por lo que considera una práctica "irregular". Entre las entidades denunciadas por Adicae se encuentran, además de la caja alicantina, el Santander, el BBVA, Banesto, Bancaja, Caja Madrid, Banco Popular, la Caixa, Bankinter o Novacaixagalicia. Como ayer relató este diario, miles de pequeños inversores que compraron participaciones preferentes de la CAM se han encontrado ahora con la desagradable sorpresa de que no pueden disponer de sus ahorros porque no encuentran compradores para estos títulos. Aunque muchos de los afectados lo desconocían, al tratarse de valores de deuda perpetua la única forma de recuperar el dinero consiste en venderlos a otros inversores, algo muy difícil en las actuales circunstancias. Con el recrudecimiento de la crisis financiera, muchas entidades están registrando problemas para colocar las preferentes de sus clientes, pero en el caso de la caja alicantina la situación es extrema ya que las órdenes de venta son muchas y los compradores muy pocos, debido a la complicada situación por la que atraviesa la entidad, intervenida desde el pasado julio y con unas pérdidas de 1.136 millones. En total, la CAM comercializó casi 1.400 millones de euros en preferentes entre los años 2001 y 2009, más del triple de lo que captó con la salida a Bolsa de sus cuotas participativas.
Perfil conservador Tanto en el caso de la CAM como en el resto de entidades denunciadas ante la CNMV, Adicae asegura que no se informó correctamente de las características de este producto ni de sus riesgos, y en especial de su falta de liquidez. Además, muchos de los afectados son ahorradores con un perfil muy conservador, que sólo buscaban un plazo fijo y que no tenían los conocimientos necesarios para entender "un producto tan complejo y de elevado riesgo". En este sentido, la asociación recuerda que la normativa obliga a las entidades a realizar tests de idoneidad a sus clientes antes de venderles productos de inversión, algo que se incumple la mayoría de las veces. Por todo esto, reclama al supervisor que "inicie una campaña de inspección" sobre los métodos que utilizaron bancos y cajas para comercializar las preferentes y que se les obligue a reintegrar la inversión. Al respecto, Adicae denuncia que las entidades reforzaron la colocación de estos títulos a partir del año 2009, cuando comenzó la crisis, ya que el dinero captado por esta vía computa como fondos propios, lo que les permite mantener los niveles de solvencia por encima del mínimo que marca la legislación. Las participaciones preferentes no están cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos y sus titulares son los penúltimos en cobrar en caso de quiebra, solo por delante de los accionistas. El pago de intereses está supeditado a que el emisor registre beneficios, por lo que pueden quedarse sin remuneración. |