Desde la cúpula de la caja alicantina se repartieron sueldos en empresas sin actividad y se firmaron enormes pensiones vitalicias; Crespo, López Abad y Amorós han permitido prejubilaciones e indemnizaciones millonarias
La intervención de la CAM del Banco de España ha descubierto una espectacular lista de sueldos e indemnizaciones gigantescas que se pusieron para sí los miembros de la cúpula de la caja alicantina. Desde despidos aceptados voluntariamente para tener retiros millonarios, pasando por sueldos escandalosos hasta terminar con casos esperpénticos que se han quedado en agua de borrajas en cuanto el regulador financiero español ha tenido conocimiento.
El caso de Maria Dolores Amorós, exdirectora general de la CAM, sirve como claro ejemplo de los excesos que se dieron en esta entidad. Llegó al cargo de directora general cuando el puesto iba a ser de perfil muy bajo. El proyecto de Banco Base (SIP con Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura) había permitido catapultar a su precedesor, Roberto López Abad, mientras que Modesto Crespo ya había dado el salto cuántico desde su concesionario hasta la presidencia de la por entonces poderosa cuarta caja de ahorros de España.
Amorós acordó con Modesto Crespo cobrar un sueldo anual de 593.040 euros (equivalente al salario de cincuenta mileuristas) y también pactó un renta vitalicia asegurada de 30.791 euros mensuales (369.497 euros al año), que se revalorizaría un 2% anual. Nada más llegar el Banco de España a la CAM para intervenirla, lo primero que hizo fue quitar de en medio a Amorós y suspenderla de empleo (no de sueldo). Una vez el regulador pudo conocer exactamente la labor realizada por Amorós le despidió fulminantemente sin derecho a cobrar ni un céntimo. No han trascendido muchos detalles de los errores que el Banco de España ha detectado en el trabajo de Amorós y la herencia que le dejó López Abad y Crespo aunque uno de ellos sí que es público. CAM dijo ganar en el primer semestre 81 millones. Cuando el Banco de España hizo las cuentas resultó que la entidad tenía unas pérdidas de 1.136 millones.
Todo esto lo pudo hacer Amorós con el beneplácito y complicidad de Modesto Crespo y su mano derecha, Roberto López Abad.
Mientras se pertrechaban todos estos jugosos beneficios individuales, la plantilla clamaba ante continuos cambios de rumbo de la entidad. Se negaron a fusionarse con Bancaja, con CajaMurcia y les echaron de Banco Base tras ser acusados de mentir sobre sus cuentas. Pese a que la situación de la CAM era tan delicada que no la querían ni los socios que el Banco de España le impuso a la caja alicantina, desde la entidad se continuó con el ERE previsto para reducir costes aunque finalmente no fue ese el único objetivo.
Agustín Llorca, Joaquín Meseguer, Vicente Soriano y Gabriel Sagristá aprovecharon los despidos para engordar sus cuentas con jugosas prejubilaciones e indemnizaciones.
Le paró los pies el Banco de España
María Dolores Amorós llegó a la dirección general de la CAM cuando su puesto iba a ser de perfil bajo ya que todo el negocio de la CAM se iba a trasladar a Banco Base. Sin embargo, sus retribuciones no se situaron en esa línea. Con el beneplácito de Modesto Crespo, su salario ascendió hasta los 593.040 euros y un renta vitalicia asegurada de 30.791 euros mensuales (369.497 euros al año), que se revalorizaría un 2% anual. Su despido, sin embargo, es distinto al del resto de miembros de la cúpula de la CAM ya que el Banco de España le ha dado cero euros de indemnización.
Investigan su indemnización
El Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) estudia demandar a Roberto López Abad por tener una indemnización de 3,8 millones por salir de la caja más un plan de pensiones que oscila entre los tres y los cinco millones de euros adicionales. López Abad salió del organigrama de la CAM cuando dio el salto a Banco Base. Cuando se frustó el proyecto y el Banco de España analizó las cuentas de la entidad se dió cuenta existían más de 1.100 millones de pérdidas por aflorar. La cantidad es similar a la que López Abad presentó como beneficios de la caja entre 2007 y 2010.
Miles de euros al mes sin hacer nada
Modesto Crespo, expresidente de la CAM, cobró los 16.000 euros al mes más fáciles del mundo. Se puso como consejero de Tinser Cartera, una sociedad que pertenece íntegramente a CAM, y se aplicó la retribución citada por acudir a unos consejos que nunca se llegaron a celebrar. Además, desde TI Participaciones, Crespo habría percibido entre 300.000 y 360.000 euros año también utilizando la misma fórmula de nombrarse consejero de esta firma. Al expresidente de la CAM también se le acusa de conceder préstamos al 0% de interés a los consejeros. |