Kutxabank empezará a operar jurídicamente hablando el primero de enero de 2012, pero de facto ya se ha convertido en la quinta caja del sector y la octava entidad financiera española; La primera gran operación que analiza Kutxabank es el cuaderno de venta, que Bank of America-Merrill ha distribuido para buscar compradores para la intervenida CAM.
Pero sus aspiraciones van mucho más allá, como dijera el presidente BBK, Mario Fernández, en una conferencia en Santander, quieren situarse más arriba en el ranking, elevar sus activos hasta los 150.000 millones y para ello están dispuestos a comprar y tienen capital excedentario para hacerlo.
La semana pasada, días antes de que Kutxa ratificase la fusión, su presidente, Xabier Iturbe, en una entrevista en ETB, reiteró que el camino para ganar más tamaño pasa por ´adquirir otras entidades´. En este sentido, dijo que tienen ´claro´ que ´la estrategia es adquirir entidades´ que, en su ámbito de actuación, tengan una ´cuota de mercado elevada´. A renglón seguido recordó que este mes de se acaba el plazo de recapitalización de las entidades financieras, por lo que estaba convencido de que ´habrá oportunidades´ y que la fusión vasca también busca ser ´más fuertes para poder aprovecharnos de la debilidad de otros´.
Primeros cálculos de compras
La primera gran operación que analiza Kutxabank es el cuaderno de venta, que Bank of America-Merrill ha distribuido para buscar compradores para la intervenida CAM.
Aunque formalmente la información fue remitida a BBK, lógicamente esta entidad analiza la operación desde la perspectiva de la nueva ficha bancaria. Será la segunda vez que Mario Fernández deba calibrar los activos y los pasivos de la caja valenciana, ya que a punto estuvo de lanzarse en una alianza con ella en primavera de 2010, pero que se truncó por el vuelco de CAM que prefirió aliarse con Cajastur. La ruptura del noviazgo asturiano desembocó en la intervención de CAM por el Banco de España, y ahora está en subasta, ya sea sobre el conjunto del grupo o sobre su disgregación en lotes de activos entre varias entidades.
Dada la situación del sector financiero, este no será el único análisis que haga el nuevo banco vasco. Si finalmente se realiza alguna compra, Kutxabank la integrará siguiendo el modelo de BBK con CajaSur, se instrumentalizará a través de una filial que podrá ser o no 100 por cien Kutxabank.
Modelo de negocio
El modelo de negocio que tiene previsto desarrollar Kutxabank se basa en su especialización como ´banca local´ con vocación de relación a largo plazo con sus clientes particulares y empresas.
Este negocio financiero ira acompañado por una estrategia de cartera industrial, ya que las tres cajas siempre se han definido por su vinculación con las empresas tractoras de sus respectivos ámbitos. Aunque este tipo de actividades ahora serán más complicadas por las exigencias de Basilea III, el nuevo banco mantendrá un núcleo duro de inversiones.
Donde se producirán desinversiones es en las sociedades conjuntas que discurren en negocios paralelos al bancario.
En este contexto hay que situar el fallido intento de venta de la tasadora inmobiliaria Servatas; o el anuncio de reducción de su peso en el accionariado de la agencia de valores y bolsa Norbolsa.
Asimismo, en un contexto en que la gran mayoría del sector financiero ha externalizado o vendido sus filiales de seguros, la inmediata compra de los seguros y los planes de pensiones de CajaSur para integrarlos en Biharko (incluso antes de que se formalizase la fusión de las tres cajas) prepara a la sociedad para posibles operaciones corporativas.
Blindaje del capital
El contrato de integración de las tres cajas vascas establece una serie de mecanismos de blindaje para asegurar que la mayoría del banco permanezca siempre bajo el control de sus entidades fundadoras. El reparto accionarial actual de la ficha bancaria es 57 por ciento BBK, 32 Kutxa y 11 Caja Vital.
El acuerdo Bildu, que permitió finiquitar la fusión, estableció que para dejar entrar capital privado en la matriz de Kutxabank será necesario la aprobación de cada una de las tres cajas (las cajas perviven como entidades independientes, que ostentan el capital del banco y gestionan la obra social). Esto conlleva que una sóla caja podría vetar la entrada de nuevos socios en la matriz del banco, otra cosa serán las incorporaciones de terceros socios en las filiales que se creen.
Heridas sin cicatrizar
A pesar del hito histórico y económico que ha supuesto la fusión y que ha sido ratificada por más del 90 por ciento de las asambleas de las cajas, su consumación no se celebró el viernes con una aparición conjunta de sus tres artífices. Tampoco hay previsto nada en tal sentido para los próximos días.
Esto evidencia que a pesar del consenso obtenido no se olvidan las heridas abiertas en los anteriores intentos fracasados, el de 2005 entre las tres entidades; y el de 2008 entre BBK y Kutxa.
En las recientes negociaciones los tres presidentes han evitado deliberadamente apariciones públicas conjuntas, con una única excepción, en marzo, en un encuentro con el lehendakari Patxi López.
Tampoco se puede perder de vista que aunque esta alianza era la más lógica y beneficiosa para las tres cajas, se ha llegado a la misma no por vocación, sino obligados por las circunstancias de un mercado que exige de entidades grandes y muy capitalizadas. |