El Estado ofrece a los interesados en comprar la Caja alicantina tapar un posible agujero inmobiliario de hasta 20000 millones
A escasas horas de que KPMG dé a conocer la auditoría de las cuentas generales de Caja Mediterráneo (CAM), se ha conocido la intención del Grupo Banco Santander de pujar por la entidad alicantina, intervenida por el Banco de España el pasado 22 de julio para sanearla, recapitalizarla y traspasarla al mejor postor. Según fuentes financieras, el banco de Emilio Botín trabaja ya en una posible oferta para optar a la subasta que prepara, para antes de las elecciones del 20-N, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Con la entrada en escena de la filial Banesto, Botín lograría un doble objetivo: evitar una posible penalización de los mercados financieros internacionales y colocar el banco presidido en su día por Mario Conde como líder de la banca minorista en España por volumen de activos.
Los consejos de los principales bancos de inversión del mundo han podido determinar esta estrategia del Grupo Banco Santander. La compra por éste de CAM entraría en directa contradicción con la estrategia general del grupo de diversificar internacionalmente sus beneficios y sus márgenes operativos. La operación no colisionaría la estrategia de Banesto, que ganaría enteros dentro del mercado de banca minorista en España hasta escalar a la posición de líder indiscutible.
El asesor del Banco de España en la operación, Bank of America Merrill Lynch, ya está distribuyendo el cuaderno de venta a potenciales compradores con el objetivo de que presenten ofertas no vinculantes para finales de septiembre. La subasta se celebrará en octubre, antes de las elecciones generales.
Sin trocear
El Ministerio de Economía, como ya anunció la titular Elena Salgado hace algunos días, no tiene intención alguna de trocear la CAM para venderla a los mejores postores, sino traspasarla en su totalidad, a excepción de la Obra Social, cuyo futuro aún no está definido ante su posible vinculación con una Fundación dependiente de CAM.
Los resultados del primer semestre del año presentados el pasado día 5 por los administradores del Frob, con pérdidas superiores a 1.100 millones de euros y una morosidad del 19% por su excesivo riesgo e impago en el sector del ladrillo, alimentan otra vez los temores sobre la salud de las cajas de ahorros con problemas en España.
Por ello, el Frob tiene previsto tapar un posible agujero inmobiliario de la CAM de hasta 20.000 millones de euros en tres fases tras la subasta. Así lo ha comunicado ya el Banco de España a las entidades que pujan por la CAM a través de un Esquema de Protección de Activos (EPA) incluido en el cuaderno de venta. En un primer tramo, el comprador asumiría las pérdidas usando las provisiones genéricas de CAM sin aportar nada el Frob. Agotado el primer umbral, intervendría ya el dinero público y el Frob asumiría hasta el 80% de las pérdidas hasta los 2.500 millones y un plazo de diez años. Si no es suficiente para detener el deterioro de los activos inmobiliarios, el Frob asumiría el 90% de los activos con problemas, hasta 20.000 millones. El PSPV dijo que Alberto Fabra es un «irresponsable» y le instó a «dar la cara con la CAM». |