Gran parte de la morosidad aflorada corresponde a operaciones de refinanciación de empresas del sector
DAVID NAVARRO ALICANTE Las cuentas del primer semestre presentadas por la CAM el pasado lunes vuelven a confirmar que el desmesurado apetito de la entidad por el ladrillo está en el origen de todos sus problemas. Aunque la caja ahora nacionalizada sólo divulgó las principales cifras, que arrojaron unas pérdidas de 1.136 millones de euros, fuentes conocedoras de la situación aseguran que hasta un 70% de esos números rojos se deben exclusivamente a los impagos de promotores y constructores, mientras que la morosidad de los créditos al consumo y de las hipotecas de particulares sólo suponen el restante 30%. Además, las mismas fuentes aseguran que, frente a los beneficios de 244 millones que declaró, la caja alicantina habría registrado ya el año pasado unas pérdidas de alrededor de 1.000 millones de euros si se hubieran aplicado los mismos criterios contables que en el primer semestre de 2011. Sin embargo, entonces la entidad pudo enjugar estas pérdidas recurriendo a sus reservas, una opción que el Banco de España solo permite a las cajas inmersas en procesos de fusión. En los primeros seis meses de este año la tasa morosidad de la CAM pasó del 9,1% a un 19%, lo que obligó a la entidad a reconocer un importante deterioro de sus activos financieros y a las citadas pérdidas. Al respecto, hasta un 70% de ese incremento de la morosidad se debe a los impagos de promotores y constructores, que siguen manteniendo un importante peso en la cartera crediticia de la caja, muy por encima de la media del sector. En concreto, a finales del pasado ejercicio la propia caja cifraba en 11.200 millones de euros la cantidad que le adeudaban las empresas relacionadas con el negocio inmobiliario.
Morosidad aplazada El problema, además, es que muy pocos de estos créditos se estaban amortizando según lo previsto y las empresas no hacían más que aplazar el pago mediante la solicitud de constantes refinanciaciones. "Lo normal es que cuando se refinancia una deuda se exijan nuevas garantías o se compruebe que existe posibilidad de pago, -algo casi imposible en las circunstancias actuales- de lo contrario lo que haces es, simplemente, demorar la morosidad", señalan fuentes del sector. Eso es precisamente lo que no desean los nuevos administradores de la CAM nombrados por el Banco de España, que quieren sanear al máximo la entidad antes de su adjudicación a otra entidad, prevista para finales de octubre. "La CAM fue muy intensiva en la concesión de créditos al promotor y ahora lo está pagando", resumen las citada fuentes. En este sentido hay que recordar que en ejercicios anteriores la entidad ya se vio atrapada con cientos de millones de euros en los concursos de acreedores presentados por algunas de las mayores promotoras del país, como Martinsa-Fadesa, Nozar, Sacresa, Polaris World o la megaurbanización de El Pocero en Seseña. Igualmente, hay que tener en cuenta que el impago de un crédito por parte de un promotor suele acarrear mayores pérdidas que el de una hipoteca particular, ya que las garantías que lo sustentan -normalmente suelo o promociones sin finalizar- se han devaluado mucho más rápidamente que las viviendas terminadas. Esto provoca que el Banco de España exija mayores provisiones en estos casos.
Nuevos saneamientos Las fuentes del sector consultadas creen que, tras los impagos aflorados en el primer semestre, ya se ha producido la mayor parte del saneamiento de la entidad, aunque también dependerá de la evolución de la economía en los próximos meses. No en balde, recuerdan las citadas fuentes, la CAM ya se vio obligada el año pasado a provisionar una importante cantidad por la reclasificación masiva de créditos que llevó a cabo tras una inspección del Banco de España. La diferencia es que entonces la entidad alicantina aún mantenía su alianza con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, lo que le permitió beneficiarse de la normativa del Banco de España que autoriza a las cajas en procesos de fusión a tirar de reservas para evitar las pérdidas. Sin esta posibilidad, la CAM tendría que haber anotado entre 1.400 y 1.500 millones contra su cuenta de pérdidas o ganancias, lo que se habría traducido en unos números rojos de alrededor de 1.000 millones de euros, una vez descontados los efectos impositivos. Por el contrario, la caja, por entonces aún presidida por Modesto Crespo, presentó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) unas cuentas con unas ganancias de 244 millones de euros. Eso sí, su valor patrimonial se había devaluado casi un 30% -de 2.837 millones de euros a 2.011- debido a la disminución de sus reservas. En cualquier caso, se podrá conocer más sobre la situación real de la CAM cuando en los próximos días se conozcan las cuentas definitivas y detalladas de la entidad en el primer semestre y también cuando finalice la auditoría que está realizando KPMG con fecha a 31 de julio.
Convocan una asamblea para los poseedores de cuotas La Asociación de Impositores Valencianos de la CAM ha convocado para el próximo 20 de septiembre una asamblea para los poseedores de cuotas participativas de la CAM, títulos similares a las acciones pero sin derechos políticos. El objetivo es agruparse para estudiar posibles acciones conjuntas tras la decisión de los nuevos gestores de la CAM nombrados por el FROB de suspender el acuerdo para recomprar estos títulos, según explica el presidente de la asociación, Víctor Baeta. Tampoco se descarta presentar una denuncia contra los anteriores responsables de la entidad "si se demuestra que cometieron alguna irregularidad" o que utilizaron información privilegiada. La asamblea se celebrará en Valencia, en la Fundación Deportiva Municipal (Passeig de la Petxina, 42), pero ya se estudia celebrar otra convocatoria en Alicante. d.n. alicante
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