Los interventores de la CAM designados por el Banco de España anunciaron ayer que finalmente no se amortizarán las cuotas participativas de la entidad que cotizan en bolsa, en contra de lo que se anunció el 21 de julio, la víspera de su intervención. Según fuentes conocedoras de la operación, las razones son que la CAM no se puede permitir una salida de capital cuando necesita recapitalizarse y que Bruselas podría ´tumbar´ la entrada de dinero público y, en general, toda la intervención de la entidad.
Es decir, al final no se producirá esa especie de OPA de exclusión en la que la caja alicantina iba a pagar 4,7714 euros por título, correspondiente a la media de cotización del último trimestre hasta el 21 de julio. Este precio suponía una pérdida del 18,3%para los clientes que mantienen las cuotas desde su salida a bolsa en 2008 a un precio de 5,84 euros.
Pero la estructura de esta operación es lo que la hace inviable a ojos de los administradores actuales de la CAM, que sustituyeron al equipo que presidía Modesto Crespo. Esta estructura suponía que el Banco CAM (el vehículo a través del que la caja desarrollará su negocio financiero) le entregaba una prima de emisión a la CAM para que ésta recomprara las cuotas. Dado que la recapitalización se va a hacer a través de Banco CAM -el Real Decreto-Ley de febrero exige que las cajas que reciban FROB se transformen en bancos-, no tiene sentido que salga capital de éste al mismo tiempo que se inyecta capital público.
Un razonamiento que parece bastante lógico y que se completa con otro argumento de mayor peso aún: la inyección de 2.800 millones por parte del FROB en la caja está pendiente de la aprobación de Bruselas; y que parte de ese dinero se utilice para amortizar las cuotas -es decir, para beneficiar a inversores privados- sería muy mal visto por las autoridades comunitarias, que sólo aprobarán la operación si España demuestra que el dinero público se utilizará exclusivamente para la reestructuración de la entidad y que será devuelto por el comprador final de la misma.
Dentro de este plan, por ejemplo, ayer anunció la venta del 5% que poseía en un banco marroquíí por 139 millones.
El Banco de España hunde el valor
El gran perjudicado por esta decisión del supervisor que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez es el inversor que posee cuotas participativas. Al cierre de ayer, se encontraban en su mínimo histórico, 3,40 euros, frente a los 4,77 ofrecidos en la recompra anunciada en julio y que ya no se llevará a cabo. Es más, después de esta noticia, lo más probable es que el valor se hunda todavía más este jueves.
Curiosamente, este desplome del valor en el mercado se inició a raíz de la intervención de la caja de ahorros, que el 21 de julio marcó un máximo de 4,82 euros y que se hundió en las tres sesiones posteriores. La caída se agudizó con el derrumbe del sector financiero en todo el mundo en las semanas centrales de agosto, y se ha prolongado en los últimos días hasta alcanzar el mínimo de ayer. |