La polémica entorno a las participaciones preferentes de la banca puede tomar un nuevo brío si el Banco de España decide impagar las participaciones preferentes de CAM
La caja alicantina, recién nacionalizada, acumula casi 1400 millones de euros en estos títulos, vendidos entre 2001 y 2009 en cuatro colocaciones. El pago del cupón correspondiente a dos de ellas debería realizarse en unos días, y en septiembre el de una tercera, pero la situación patrimonial de CAM (que ha requerido una inyección de capital público de 2.800 millones y una línea adicional de liquidez de 3.000 millones) no parece la más adecuada para ello.
Los precedentes no permiten aclarar qué les espera a los poseedores de estas participaciones preferentes. El criterio de la Comisión Europea es que las entidades nacionalizadas no realicen este tipo de pagos. Pero en las otras dos cajas intervenidas en España no fue así.
En CCM, el Banco de España optó por devolver el nominal (sin pagar intereses) a los inversores debido a su bajo importe, unos 100 millones. Y el pago del cupón de las de CajaSur fue asumido por BBK, que se adjudicó el negocio de la caja cordobesa tras una subasta pública, como un gesto de buena voluntad hacia la clientela de su ahora filial.
Sin embargo, la situación de la alicantina es diferente, ya que en el primer semestre habría registrado unas pérdidas de 600 millones. Tampoco parece justo que el Banco de España, con cargo al dinero de todos los contribuyentes, remunere a unos inversores que, en teoría, debían ser conscientes de los riesgos que asumieron al comprar las preferentes: son títulos a perpetuidad, con escasa liquidez y abiertos a posibles impagos. |