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El negocio de la promoción inmobiliaria ha sido uno de los puntos más débiles del modelo económico español dentro de la crisis económica. En particular, la Comunidad Valenciana, territorio de actividad tradicional de CAM, ha sido de los más afectados por la inflación de vivienda en costa y turística durante los años de bonanza.

La gestión del riesgo en este sector ha sido clave en el destino de la caja alicantina, y no sólo por el riesgo asumido en créditos con las empresas dedicadas a la promoción y a la construcción –en el que tiene un riesgo de 17.350 millones de euros–, sino también por la propia participación de la caja como socia financiera en muchas de las empresas, normalmente de la mano de compañías del sector.

A través de la sociedad tenedora de Inversiones y Participaciones, CAM está en el accionariado de 65 sociedades ligadas a este negocio. La situación y, sobre todo, las expectativas futuras de estas participaciones de CAM han sido uno de los escollos que han complicado en los últimos meses la entrada de potenciales socios en la caja.

La mayor parte de estas compañías se crearon con otros socios, tanto los especializados en promoción inmobiliaria y de la construcción como los procedentes de otros sectores que decidieron entrar en una actividad de diversificación.

Entre sus compañeros de viaje figuran grupos como Meliá, Villar Mir, FCC, Matutes Tur, Ferrovial, Lladró, Ballester, la antigua Sedesa, Ros Casares, etcétera. Todo ello, según la información que se desprende de lo comunicado a los registros públicos.

Recompras
En algunos de los casos la caja ha acabado quedándose como socio único, por diversas razones. Por ejemplo, la propia evolución del sector ha hecho que sus socios promotores tengan dificultades financieras y CAM se haya quedado con las participaciones. Un caso fue el de la valenciana Blauverd, que creó con CAM una sociedad conjunta y en noviembre de 2009, ante el parón del negocio, Blauverd cedió a CAM el 75% que tenía, mientras seguía como constructora en los proyectos que tenían iniciados. La sociedad conjunta había proyectados dos mil apartamentos y chalés en Alicante y Almería, con una inversión de 238 millones de euros.

Otro caso reciente fue el de la sociedad creada con Catalunya Caixa y Espais Promocions para el desarrollo de hoteles, en la que las cajas se quedaron con la parte de la promotora, que se encontraba en proceso de refinanciación de su deuda.

Otros socios han vivido situaciones difíciles. Tiene el 40% en una sociedad, Caminsa Urbanismo, cuya socia es Quabit –que es la antigua Afirma, a su vez, antigua Astroc–. Cuando se constituyó todavía se encontraba en la órbita de Astroc. Esta sociedad logró un acuerdo hace menos de un mes con los bancos acreedores por el que refinanció una deuda de 1.460 millones de euros.
Otro de sus socios en las promotoras son compañías que han protagonizado procesos concursales, como es el caso de Tremon o Fbex.

Una parte de la actividad promotora de la CAM se encuentra en el extranjero, concretamente en el Caribe. A través de la sociedad Artemus, que tiene al 50% con la caja de Baleares Sa Nostra, participan en Playa Caribe Holding, con sede en los Países Bajos. Artemus tiene un capital de 29 millones de euros.

En Polonia tiene la filial Prat Spolka ZOO, de la que no aparece más información en el registro, pero en la comunicación de una reunión del consejo en 2007 figura la aprobación de entrar en esa sociedad y en otras mexicanas y se señalaba que el sector inmobiliario era uno de los principales objetivos.

Junto a la administración
En otras ocasiones se ha puesto al lado de la administración para salvar situaciones comprometidas. Es el caso de la sociedad Desarrollos Urbanísticos Aguamarga, en la que tiene un 19%, y su socio es el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Esta sociedad se creó para adquirir unos terrenos que tenía la empresa Kelme, que de esta manera –y con cambios en la gestión– salió adelante.

Hay operaciones difíciles, pero no imposibles. Entre ellas, Ros Casares Espacios, en la que CAM puso el 20% del capital. El resto es del grupo siderúrgico Ros Casares. Esta empresa ha creado un amplio complejo de lofts en las afueras de Valencia, que se inauguró hace dos años y que hasta hace poco tenía una ocupación reducida, animada por un gran showroom de Adidas. Recientemente se están trasladando a ese recinto varias dependencias de la Generalitat Valenciana.

La entidad revisará los préstamos en tramitación para exigir mejores garantías
CAM revisará todos los préstamos pendientes de concesión con el fin de fijar mejores garantías para poder recuperar el dinero y no acumular impagos. La caja, además, ha revocado temporalmente los poderes a los directores de oficina para que no hagan operaciones hasta que conozcan la política marcada por los administradores designados por el Frob.

Estas dos medidas han sido adoptadas por los gestores del Fondo, que quieren cerciorarse de que los créditos en tramitación cumplen con normativa y evitar que acaben agravando la situación de la entidad, informa Europa Press.

El objetivo de los administradores no es restringir la concesión de nuevos préstamos sino conseguir mayores garantías. Se espera que los directores de oficina de la caja recuperen sus poderes y vuelva la normalidad en un plazo de 24 o 48 horas. Ayer los tres gestores (José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Benicio Herranz Hermosa) visitaron la delegación territorial de la entidad en Murcia, donde mantuvieron una reunión con la dirección de la caja y empleados.

Rajoy pide urgencia
Por otra parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió ayer al Gobierno que intervenga cuanto antes cualquier entidad financiera, además de CAM, que necesite inyección de dinero público. A su juicio, si más tarda en hacerlo, más dinero costará al ciudadano. Rajoy reiteró que la reestructuración del sistema financiero se ha hecho “tarde, mal y a rastras”.

Para el dirigente popular, es urgente que vuelva el crédito a las familias y a las empresas y que los balances de los bancos reflejen la realidad de sus activos y sus pasivos, informa Efe. Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Estaban González Pons, pidió ayer responsabilidades por la intervención de CAM al Banco de España y al Gobierno, “los que gestionan el sistema financiero”. En su opinión, no asumirlas sería como taparse un ojo para ver el mundo como te gustaría que fuera. Esto es igual que “vivir en otro mundo”, señaló.

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