El presidente de la CAM logra convencer al sector crítico de la entidad para aparcar los nuevos nombramientos y evitar la imagen de división
El consejo de Caja Mediterráneo decidió ayer posponer el nombramiento de nuevos representantes en el Banco CAM hasta que se produzca la entrada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o de un nuevo socio en su accionariado. De esta forma, el presidente de la entidad, Modesto Crespo, logró que prevalecieran sus tesis, contrarias a la ampliación en estos momentos del consejo de administración del banco, frente a lo que exigían un grupo de consejeros críticos con su gestión.
En una reunión maratoniana y que fue interrumpida en alguna ocasión para permitir las negociaciones entre los bandos, finalmente estos consejeros aceptaron posponer la decisión para evitar que se repitiera la imagen de división que se produjo el pasado lunes, en la anterior reunión del consejo de la CAM.
Este grupo presentó la semana pasada un escrito firmado por una docena de consejeros en el que desafiaban al presidente de la entidad y le exigían la celebración de un encuentro extraordinario para tratar sobre diversos asuntos relacionados con el traspaso de todo el negocio financiero de la CAM a un banco. Entre otras cosas, reclamaban que se ampliara el consejo de administración del citado banco, que ahora sólo tiene cinco miembros, el mínimo legal, para acabar con la sensación de provisionalidad que transmite. También demandaban la redacción de un convenio que regulase las futuras relaciones entre la caja y el banco, por ejemplo, en la utilización de determinadas instalaciones. Alguno de sus miembros planteó, igualmente, la posibilidad de recurrir la negativa del FROB a concederle parte de las ayudas previstas a la caja por la vía de las participaciones preferentes, lo que habría evitado su nacionalización.
El presidente de la CAM, sin embargo, consideraba que no era conveniente ampliar el consejo del banco cuando en breve la entrada del fondo público o de otro socio provocará su remodelación. Tampoco cree conveniente enfrentarse en estos momentos al Banco de España con una reclamación sobre el FROB. El enfrentamiento entre ambas partes quedó patente la semana pasada, cuando estos mismo consejeros ya forzaron una sesión informativa que no estaba prevista para que la dirección de la caja les informase sobre los resultados de las pruebas de solvencia europeas, que la CAM suspendió aunque no necesitará captar más capital, aparte de los 2.800 millones del FROB. Las tensiones continuaron en el consejo ordinario celebrado el lunes, cuando Crespo acabó aceptando la convocatoria de una nueva reunión monotemática sobre el nuevo banco.
Ayer Crespo insistió mucho en la necesidad de que la caja no transmitiera una imagen de división cuando atraviesa unos momentos tan delicados, ya que se enfrenta a una más que probable nacionalización que, además, podría producirse en un plazo de tiempo muy breve. Además, señaló que estos enfrentamientos también podían perjudicar en las negociaciones que todavía mantiene con la esperanza de lograr algún otro socio que reduzca la participación del Estado. Tras muchas discusiones y la mediación de algunos consejeros no alineados, al final los críticos aceptaron aparcar la cuestión de los nombramientos en el consejo del banco para no perjudicar la imagen de la entidad. |