La cifra de suspensos en esta edición de las pruebas de solvencia podría elevarse hasta 7 frente a los 6 de 2010.
En apenas cinco días, las pruebas de estrés a la banca europea reeditarán prácticamente la foto que retrató, hace un año, al sistema financiero español. Nueve bancos aprobados, al igual que la mayoría de las cajas. Algo más del 70% del sector. Según un sondeo de Público, el sistema financiero español estima que un máximo de siete entidades podría suspender estas pruebas de solvencia, frente a las seis no aptas del pasado ejercicio. Entre estas entidades, la mayoría ya han recibido ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o están a la espera de recibirlas. Según un cálculo de un experto en solvencia de una entidad y conocedor de las condiciones de los actuales test de estrés, entidades como la CAM, Unnim o Catalunya Caixa tienen todos los números para suspender.
El examen del sector muestra que un pequeño grupo de entidades españolas necesitarían más capital en el caso de que empeore gravemente la economía, se incremente la volatilidad en los mercados ante episodios continuados de deuda soberana en varios países y se cierre casi por completo la financiación internacional. Más que el número, que también es importante, lo peor sería que apareciera alguna entidad sistémica, opción que no se descarta en el sector porque podría dañar la imagen de todo el proceso que están completando las cajas", explican desde un nuevo banco que, como el resto de entidades españolas, ya conoce sus resultados en los test.
De hecho, Bankia explicita, en su folleto de salida a Bolsa,"que el precio de sus acciones podía descender" ante un empeoramiento de la situación de los mercados financieros si los resultados indicasen que la entidad "pudiera verse negativamente afectada en un escenario adverso". "Un mal resultado de Bankia o Banca Cívica en los test podría rebajar el precio de ambas por debajo de la parte baja de la horquilla, que es la que las dos entidades manejan que puede ser su precio final después de la subasta de los colocadores", explican desde un fondo internacional.
En cuanto a número, la foto no varía los resultados de 2010. El gran cambio se produce en el enfoque. A diferencia de las pruebas del pasado julio, en estas a la banca española se la ha desnudado de todos sus mejores activos para oponerle un escenario que desde algunos servicios de estudios bancarios se han calificado como "demoníaco".
Desposeídos de las provisiones genéricas y subestándar, además de los bonos convertibles en acciones, la vía utilizada por CaixaBank en su salida a Bolsa o por la que ha optado Bankinter en su ampliación de capital para cumplir con los requisitos de solvencia impuestos por el Banco de España, el capital básico de las 21 entidades españolas examinadas se ha estresado hasta niveles "inviables". "Si las condiciones que imponen los test se alargaran durante dos años como prevé la prueba, la economía estaría en un nivel de bono basura. Nadie se fiaría de nadie", reflexionan desde una gestora de fondos.
Una falsa armonización
"Si cualquiera de estas dos entidades fuera alemana, se saldría de la tabla", insisten estas mismas voces. Durante toda esta semana, si algo ha unido al sector financiero español es la crítica a la Autoridad Bancaria Europea (EBA) por no aceptar las provisiones genéricas y subestándar, además de los bonos convertibles, para contabilizar el capital de calidad en estas pruebas. "No puede ser que la EBA, excusándose en que quiere hacer un examen homogéneo y creíble, le quite al sistema español ese colchón anticrisis que es tan envidiado por el resto de supervisores europeos", explican desde una de las dos patronales del sector.
"Parece que si no suspenden entidades españolas, las pruebas no serán dadas por buenas por los mercados", insinúan desde varias cajas. La alta exposición a la morosidad promotora a la que están sometidos bancos y cajas españoles, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, es uno de los conceptos que más castigan al sector nacional en los mercados. "El objetivo de cero suspensos que vendió la ministra Salgado era imposible de conseguir. Aunque así hubiera sido por capital, España parece que tenía asignado un ratio de suspensos, cuando, en realidad, es el único sector que desnuda a todas sus entidades", explican desde una entidad bancaria.
Desnudo de todo el sector
De las 91 entidades sometidas al examen de la EBA, 23 son españolas. Todo su sector, como sucedió en 2010, cuando también de 91 entidades, 27 correspondían a nuestro país. "Si en nuestro sistema", reiteran varios consultados, "sólo expusiéramos a los grandes bancos y La Caixa, como hacen países como Alemania o Francia, a los que este año debería castigarles su alta exposición a la deuda griega, las buenas notas estarían aseguradas".
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