El gobernador insiste en el plazo del 30 de septiembre y que "expertos independientes" decidan si son viables sus planes; Miguel Fernández Ordóñez, el gobernador del Banco de España, deja claro, en su intervención ante el Consejo de la Autoridad Monetaria, que es mejor la entrada de capital privado en las cajas, aunque sea un proceso más pausado que la propia nacionalización
El gobernador insiste en que no hay prisa y que se respetará el plazo establecido del 30 de septiembre, un proceso de ayudas en el que está inmersa la CAM, que ha reclamado 2.800 millones.
Fernández Ordóñez señaló ayer que el proceso de recapitalización de las cajas de ahorros está sucediendo a un ritmo relativamente pausado y ello se debe a que "la estrategia seguida en España no se ha limitado a una simple recapitalización mediante la inyección de recursos del contribuyente en las entidades bancarias, sino que se ha propuesto acometer una transformación profunda y duradera del sector".
Además, señala el gobernador que se ha dado a las cajas la posibilidad de diseñar y acometer voluntariamente su reestructuración, de manera que solo si los planes presentados no son viables, o bien no se cumplen, las entidades serán asignadas a otras a través de procedimientos competitivos. Finalmente, el hecho de haber dado prioridad a las iniciativas privadas inevitablemente consume más tiempo que las nacionalizaciones utilizadas en otras latitudes, pero debería mostrar importantes ventajas en el medio y largo plazo, en términos de coste para los contribuyentes y, sobre todo, de solidez y perdurabilidad de los nuevos proyectos.
No obstante, el máximo responsable del Banco de España precisa que "el proceso se está cumpliendo en los términos y plazos previstos en el Real Decreto Ley 2/2011".
El pasado 11 de marzo, el Banco de España publicó las necesidades de capital de todas las entidades. Tras el desistimiento de uno de los proyectos de integración, resultaron ser trece las entidades que precisan ampliar su capital.
El 14 de abril, el Banco de España aprobó las estrategias y los calendarios presentados por esas entidades. Dos de ellas eran bancos filiales de entidades extranjeras que están siendo recapitalizados por sus matrices. Otros dos bancos españoles reforzaron su capital acudiendo al mercado. De las restantes entidades —nueve cajas de ahorros o grupos de ellas—, cuatro plantearon como prioridad aumentar su capital en el mercado, actuando el FROB como alternativa subsidiaria. Otra caja de las nueve mencionadas ha mostrado su preferencia por participar en un proceso de integración con otra entidad más capitalizada. Finalmente, las restantes cajas de ahorros han indicado como su opción preferida ampliar su capital acudiendo al FROB (entre ellas la CAM)
Estrategias
Las entidades que han optado por acudir al mercado, ya sea a través de salidas a Bolsa o mediante la entrada en su capital de inversores privados, están ahora en el proceso de búsqueda, negociación y valoración asociado a esta estrategia. Para las cajas que han solicitado la participación del FROB en su capital, se están analizando los planes de negocio y recapitalización, y se han iniciado también los procesos de valoración de las entidades por expertos independientes. A la luz de los avances realizados, y si se sigue cumpliendo el calendario establecido, el 30 de septiembre de este año, sin perjuicio de los plazos extra que prevé el Decreto, el panorama habrá quedado suficientemente aclarado.
El Banco de España considera que los requerimientos de capital exigidos por el Real Decreto Ley 2/2011 son suficientes para asegurar la solidez del sistema bancario español, no solo en el escenario macroeconómico más probable, sino también en escenarios tensionados con probabilidades de ocurrencia muy reducidas. Como es público, algunos analistas consideraron que las necesidades de capital podrían ser mayores en el futuro.
Si ese fuera el caso, esto es, si las pruebas de resistencia mostrasen necesidades de capital adicionales y estas no fueran cubiertas ni por las entidades ni por el mercado, el FROB aportaría los fondos adicionales que exigieran tales pruebas de resistencia, tal y como prevé el Real Decreto. En todo caso, incluso las previsiones más pesimistas acerca del futuro de la economía española apuntan a requerimientos de recursos públicos que supondrían incrementos modestos de la deuda pública española. |