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Un megaproyecto turístico de Hansa Urbana ha terminado alertando a la Unesco. El organismo de Naciones Unidas ha decidido investigar si el proyecto Cabo Cortés, en el Estado de Baja California (México), que desde 2008 proyecta Hansa Baja Investments, filial de la promotora alicantina participada por la CAM, daña el aledaño Parque Nacional Marino de Cabo Pulmo, Patrimonio Natural de la Humanidad.

Cabo Cortés ocupará 3.800 hectáreas en el municipio de Los Cabos. El proyecto turístico, planeado por etapas, pretende construir 8.000 viviendas, hasta 15 hoteles, dos campos de golf con 18 hoyos, un puerto deportivo con 490 amarres y zonas comerciales, entre otros, según Hansa Urbana. Un desarrollo, en definitiva, que ecologistas y vecinos de la zona denunciaron ayer en rueda de prensa en Alicante, donde criticaron que supone una "depredación basada en el modelo español del turismo de masas" y que con un tamaño similar a la capacidad hotelera de Cancún traerá "destrucción" a la zona.

Hansa Urbana, sin embargo, defiende la actuación como sostenible y asegura que su desarrollo no pondrá en riesgo los ecosistemas de Cabo Pulmo. Y ve una oportunidad en la petición de la Unesco para "aclarar de una vez por todas" su proyecto.

Los representantes de Greenpeace en España y México y de la Asociación de Amigos de Cabo Pulmo explicaron ayer que la zona que consideran amenazada es "uno de los ecosistemas mejor conservados del golfo de California" e incluye el arrecife más antiguo del Pacífico mexicano. Pese a ello, admitieron, el Ministerio de Medio Ambiente mexicano ha concedido autorización para construir, aunque esta "ha sido revisada recientemente para pedir a Hansa Urbana más información y para limitar ciertas partes del desarrollo". La empresa aún no tiene garantizada el agua y no se le autorizó una desaladora.

Hansa Urbana, mientras, insiste en disponer de los permisos aprobados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en septiembre de 2008 y en marzo de 2011. Explica también que baraja varias opciones para garantizar el agua. La promotora ha visto cómo la CAM eleva su participación de no llegar al 25% a alrededor del 30% debido a la compensación por un crédito impagado por parte de Hansa Urbana.

Por otro lado, ayer el president de la Generalitat, Francisco Camps, animó a las grandes constructoras a exportar la obra pública para mantener su empleo, riqueza y prosperidad. Camps almorzó con la junta directiva de la Federación de Obra Pública de Alicante (FOPA) e insistió en la importancia de que estas empresas, como han hecho otros sectores productivos, se internacionalicen.

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