Teófilo Sogorb, responsable de administración y control de la CAM, se convierte en el hombre fuerte de la entidad y ha iniciado ya los contactos con el Banco de España para la entrada de 2800 millones de capital público, la vía de reflotamienbto y la entrada de nuevos socios bancarios
ALFREDO FERNÁNDEZ Alicante
La nueva estructura organizativa aprobada por la CAM, tras la salida del Banco Base y la ayuda del Banco de España, sigue descansando sobre la actual directora, María Dolores Amorós, que deja al cargo de la dirección de desarrollo corporativo a José Pina; Sin embargo, de cara a las negociaciones para reflotar la caja alicantina, el auténtico hombre fuerte es Teófilo Sogorb, que proviene de la Caja Provincial de Ahorros de Alicante, asumida por la CAM en 1991.
Sogorb tiene como cometido el seguimiento de los objetivos financieros de la entidad, con una alta morosidad en el sector inmobiliario, problemas de las Pymes en la Comunitat y la Región de Murcia y una crisis aguda en el consumo en muchos de los territorios en los que se expansionó la CAM a partir de 2000.
En esta difícil tarea, dadas la situación de las cajas con sus créditos, Sogorb afronta las negociaciones con los directivos del Banco de España con una responsabilidad muy precisa: "control y supervisión de la información relevante para la gestión, analizando la situación de la entidad y del entorno y preparando información de y para la gestión".
Uno de los grandes retos que debe afrontar es el de la valoración de los activos de la CAM, estimados en 70.000 millones, así como el calendario establecido por el Banco de España hasta el 30 de septiembre, un periodo en el que además se tendrán que analizar con lupa los grupos financieros interesados en el plan de reflotación de la caja, de la red de oficinas y de sus más de 6.500 empleados.
Respecto a las necesidades de capital publicadas por el Banco de España el pasado 10 de marzo, la principal novedad deriva de la ruptura de Banco Base, proyecto conjunto integrado por CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.
Inversores
CAM ha presentado en solitario una solicitud por importe de 2.800 millones de euros, mientras que las otras tres entidades, que han decidido constituir un nuevo SIP de acuerdo con el contrato de integración aprobado por sus Consejos de Administración el 8 de abril de 2011, precisan 519 millones de euros para alcanzar el ratio mínimo de 10% de capital principal, si bien sus opciones prioritarias son la incorporación de inversores, ya sea en Bolsa o mediante colocación privada, o la generación interna de capital.
En los ámbitos políticos, laborales y económicos de la provincia y de la Comunitat se prefiere de cara a la solvencia de la entidad alicantina que sea una caja sin mucho crédito inmobiliario o red nacional, tipo Ibercaja o Kutxa, frente a grupos financieros de la magnitud del BBVA o Santander, ya que en estos últimos casos se teme que se quedarán con sucursales interesadas pero no mantendrían la red y menos el conjunto laboral.
En el caso de La Caixa se cree que habría duplicidades de red por zonas del Mediterráneo o Madrid y tampoco es una entidad que afronte con soltura los nuevos ratios que exige el Banco de España.
El Banco Sabadell sería también otra opción, que vería en la red de las oficinas de la CAM una golosina a medio y largo plazo.
En cualquiera de los casos, serán los técnicos del Banco de España, junto al equipo del experto financiero Sogorb, bajo la tutela normativa de la actual directora, María Dolores Amorós, y del director de desarrollo corporativo Pina, los que tendrán que asumir por buen camino la salvación de la CAM, su plantilla y dar respuesta a los cerca de 1.000 prejubilados y desplazados, ahora pendientes de la decisión del Ministerio de Trabajo ante el anterior ERE firmado con sus tres socios del Banco Base. |