El regulador da hoy el visto bueno a los planes de reestructuración del sistema financiero español con el foco centrado en el futuro de Caja Mediterráneo
VALENCIA El Banco de España dará hoy el visto bueno a los planes de concentración y recapitalización de las cajas de ahorros; Los distintos grupos surgidos tras la concentración de estas entidades pasan el examen definitivo del supervisor. Especial interés tiene la jornada de hoy para Caja Mediterráneo (CAM) que confía en que no haya ninguna sorpresa y el organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez apruebe la solución de última hora en la caja presidida por Modesto Crespo.
Desde CAM ayer se intentaba transmitir una imagen de tranquilidad ante la opinión del regulador. "Hemos presentado un plan elaborado en común con el Banco de España, con lo que no debería haber mayores problemas para que se apruebe", explicaban fuentes oficiales. Esa hoja de ruta pasa por la puesta en marcha de Banco CAM, al que se trasladará todo el negocio financiero, la inyección de 2.800 millones de euros por parte del Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB) para equilibrar el balance y alcanzar así el ratio de capital del 10% exigido por el supervisor.
CAM entiende que tiene un margen de tiempo para recolocarse en el nuevo escenario tras su abrupta ruptura con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. El vicepresidente primero de la caja con sede en Alicante, Ángel Martínez, lo verbalizó ayer al asegurar que cuentan con el apoyo del Banco de España "para ampliar la búsqueda de nuevos inversores y socios sin prisa pero sin pausa".
En los corrillos financieros se sigue especulando sobre el futuro de CAM. Sin embargo, la posibilidad de que alguna otra caja o banco sea quien la rescate va perdiendo fuelle con el paso de los días. La idea de que al final será el FROB, y por tanto el Gobierno, el que tome posiciones en el accionariado del nuevo banco a cambio de su aportación y, por tanto, decida sobre el futuro de la caja, se va definiendo como la alternativa más verosímil, pese a que Fernández Ordóñez sugiriese la semana pasada que su opción preferida sería la entrada de capital privado.
Los motivos por los que CAM no encuentra quién le quiera no se hacen públicos de forma oficial. Es evidente que la situación económica de la entidad, con una posición de riesgo muy elevada en el sector inmobiliario, juega en contra de cualquier interesado en hacerse con el negocio y la red de la caja. "Hay un problema de tamaño. No es lo mismo asumir la digestión de una entidad pequeña o mediana que de CAM", explicaban ayer desde uno de los hipotéticos compradores que han sonado estos días.
Otras fuentes dirigen la mirada a la difíciles relaciones con los directivos que han aflorado en cada uno de los intentos de llegar a un acuerdo en los que ha participado CAM. El papel de Roberto López-Abad, exdirector general de la caja, ha sido criticado por los posibles socios. El rol que desempeñará en Banco CAM, del que sigue siendo director al menos formalmente, es uno de los asuntos que quedan por aclarar. La entrada del FROB en el capital debe llevar aparejada una sustitución en los cargos directivos, según coinciden las fuentes, un cambio que sería mejor asumido al venir impuesto por el Banco de España.
Lo cierto es que la solución para CAM no parece que vaya a ser inmediata. Desde Banesto, por citar un ejemplo de las entidades que han estado estudiando el posible negocio y que lo han descartado, se apuntaba que la solución a la crisis de la caja se alargará en el tiempo. Recapitalización y posterior colocación, ya sea del capital del banco dando entrada a nuevos socios, o del negocio troceado es un trabajo que se tendrá que plantear prácticamente desde cero, cuando el resto del sistema ya tiene bastante avanzada su hoja de ruta.
Con todo, la posibilidad de que la que fue cuarta caja de ahorros de España se arrastre por el mercado financiero durante meses no es precisamente la idea del regulador, empeñado en que la imagen del sistema español se desprenda de una vez por todas de los lodos del ladrillo. |