La entidad presidida por Mario Fernández estuvo a punto de comprar CAM hace casi un año, aunque la operación fracasó a última hora por la pretensión de la caja alicantina de tener el control del grupo resultante de la fusión fría.
La vizcaína BBK ha mostrado su interés por recibir información para entrar en la puja por Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad que se ha quedado fuera de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, y que está ahora en manos del Banco de España. Tras la ruptura de la caja alicantina con sus exsocios por sus problemas de solvencia, CAM tiene que buscar un socio u optar por su nacionalización.
BBK ya estuvo a punto de comprar CAM hace casi un año, aunque la operación fracasó a última hora por la pretensión de la caja alicantina de tener el control del grupo resultante de la fusión fría.
Ahora, la vizcaína vuelve a estudiar la compra, aunque en una situación claramente distinta, ya que está en pleno proceso de fusión con la alavesa Vital y la guipuzcoana Kutxa, y hace poco más de tres meses que ha integrado en su grupo a la cordobesa CajaSur. Según un portavoz de BBK, la caja comparte el interés por CAM con Kutxa y Vital, que también estarían interesadas en una posible puja. Fuentes de Kutxa, sin embargo, aseguraron ayer que la caja “no sabe nada sobre este asunto”, afirmación que refleja cierto malestar por la actitud de BBK.
Hasta ahora, el presidente de BBK, Mario Fernández, ha insistido en que quiere aprovechar las oportunidades que brinde el mercado. Su homólogo guipuzcoano, Xabier Iturbe, se ha mostrado tradicionalmente más cauto y, según medios financieros, no vería con buenos ojos que la compra de CAM irrumpiera en pleno proceso de integración de las cajas vascas. |