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La CAM deberá presentar como muy tarde mañana al Banco de España su propio plan para alcanzar los nuevos mínimos de capital que exige el Gobierno, después de que las asambleas de sus tres socios en Banco Base rechazaran ayer continuar con el proyecto de fusión y la dejaran sola. Así, tras conocer la decisión de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria de abandonar el proyecto, el regulador del sistema financiero español emitió una nota en la que daba por finalizado el SIP y conminaba a estas entidades y a la CAM a que le expusieran "inmediatamente" sus nuevas estrategias para alcanzar los nuevos mínimos de solvencia.
Al respecto, la institución presidida por Miguel Ángel Ordóñez ha citado esta misma tarde a los directivos de las cuatro entidades, aunque la reunión podría postergarse hasta mañana por la mañana. El objetivo es que, a pesar de este tropiezo, se cumpla el calendario establecido por el Gobierno y que el 28 de abril, como estaba previsto, todas las entidades, incluidas las que formaban parte de Banco Base, tengan aprobado su plan de recapitalización.
No en vano, tanto el Ejecutivo como el Banco de España consideran que el reforzamiento del sector financiero es una de las piezas clave para que el país mantenga la confianza de los inversores y se eviten nuevos ataques contra la deuda española.
Fuentes próximas a la institución presidida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez dan por hecho que Cajastur (que también aporta el Banco Caja Castilla-La Mancha), Caja Cantabria y Caja Extremadura presentarán un nuevo proyecto conjunto que, muy probablemente, no necesitará capital adicional o necesitará muy poco para cumplir con la nueva legislación.
Más difícil lo tendrá la CAM. Aunque desde la entidad aseguran que no se les ha comunicado oficialmente cuáles serán sus necesidades de fondos, en la caja calculan que la cifra podría rondar los 2.300 millones de euros. En este sentido, a dos entidades de un tamaño muy similar a la caja alicantina, Novacaixagalicia y Catalunya Caixa, les ha pedido 2.622 y 1.718 millones de euros, respectivamente.
En cualquier caso la cifra superaría con mucha probabilidad la valoración que se realizó de la CAM para la segregación de activos en favor del Banco Base y que se estimó en 1.960 millones de euros. Es decir, que tanto si la entidad logra un nuevo socio como si decide acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) debería ceder más de la mitad de su accionariado y transformarse en una fundación.
La estrategia de la CAM para no perder el control de la caja pasará hoy por intentar que se rebaje esa cifra para seguir detentando la mayoría. En buena medida, las exigencias de capital a Banco Base -y el motivo por el que la entidad pidió casi el doble de fondos al FROB de lo que reclamaba el Banco de España-, eran los contratos de la caja alicantina tiene con Aegon y con General Electric (GE).
La CAM mantiene a medias con estas firmas dos sociedades especializadas, respectivamente, en seguros y en tarjetas y créditos al consumo. El acuerdo incluye, en ambos casos, una cláusula por la que, si la caja alicantina deja de tener el 50% de su negocio, como ocurría en Banco Base donde sólo ostentaba el 40% de las acciones, debía devolver a sus socios su parte, 700 millones de euros a Aegon y unos 400 millones a GE.
Ahora la caja señala que tras la ruptura del grupo mantiene el control de todas las acciones, por lo que ya no debe devolver ese dinero. Además, también intentará que se le descuenten los 300 millones de euros que suponen las cuotas participativas ya que considera que no debe amortizarlas.

Sin riesgo de intervención
Lo que parece altamente improbable es una intervención por parte del Banco de España, que ayer descartaban tanto en fuentes cercanas al regulador como en la propia caja. Para alejar aún más esta posibilidad la CAM ya remitió anoche una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en la que anuncia su intención de solicitar apoyo financiero al FROB, según lo previsto en el artículo 9 de creación de este fondo público, y también señalaba que "analiza" con el equipo de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la mejor estrategia para su recapitalización. El propio Banco de España recordaba en su nota que el FROB suscribirá el capital necesario para que las entidades alcancen el nuevo nivel requerido si no pueden obtenerlo en el mercado.

El Consell traslada al supervisor las responsabilidades
El Consell emitió anoche un comunicado, después de conocer la ruptura de su alianza con la CAM de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, en el que traslada toda la responsabilidad al Banco de España ante la nueva situación para "requerir" a las cajas que formaban el SIP las estrategias a seguir. En el mismo comunicado, la Generalitat admite que en todo el proceso que, finalmente se ha visto frustrado, "no ha tenido que adoptar ninguna resolución administrativa en el ejercicio de sus competencias". No obstante, la actitud desentendida que ha mostrado desde la gestación de esta alianza ha sido criticada desde distintos ámbitos provinciales. El Consell reitera que "ha respetado y respetará las decisiones de la CAM" y que ha estado informado de todo el proceso.

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