El Fondo de Garantía asumió proteger al banco de quebrantos sobre una cartera de activos de la antigua caja valorada en 24.644 millones.
Banco Sabadell girará otra factura de alrededor de 900 millones de euros este año a la banca por el escudo recibido cuando se adjudicó la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), indican fuentes próximas al Fondo de Garantía (FGD). Se trata del tercer ejercicio sucesivo que recurre a la red expedida a través de este vehículo de garantía cuando se adjudicó la entidad en 2011 y, cuyo talón, que le ahorrado quebrantos por un valor conjunto próximo a los 2.625 millones de euros.
El Sabadell se quedó la antigua CAM a un euro simbólico y después de que el Banco de España aprobase su recapitalización con una inyección de 5.264 millones en los últimos compases de aquel ejercicio. Pero para facilitar la subasta el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) expidió además una garantía a los postores sobre una cartera de la CAM con activos dañados o de elevado riesgo valorada en 24.644 millones, a cargo del vehículo de la banca.
El escudo, emitido bajo la fórmula de un Esquema de Protección de Activos (Epa), se hace cargo del 80% de las pérdidas que vayan declarándose -el 20% restante lo asume la entidad catalana-. Para los primeros golpes la CAM contaba con un colchón en 3.882 millones en provisiones que se agotó en 2015, dando lugar a la primera factura de unos 825,92 millones frente al FGD ese mismo ejercicio y por un importe cercano a los 900 millones al año siguiente.
Las nuevas pérdidas que se originan van contra la red armada por la EPA y que extenderá la protección durante una década a contar a partir del 31 de julio de 2011. Sin embargo el plazo de vigencia tiene visos de acortarse de forma dramática ante el interés del banco se vender los créditos e inmuebles dañados aprovechando el apetito de los fondos especialista por el ladrillo español, y el deseo del BCE de que los fondos de garantía nacionales vayan caminando hacia su mutualización.
La Comisión Europea pretendía que los vehículos bancarios que protegen en hasta 100.000 euros por depositante y cuenta sean uno común en 2024, aunque el proyecto se ha atascado ante el bloqueo de Alemania. Bajo este escenario, el BCE vería con interés que el FGD resolviese cuanto antes dicha ‘hipoteca’ para ir caminando en la integración progresiva.
La protección de la CAM no es la única pero sí la más gravosa. El Fondo de Garantía concedió a BBVA un esquema de protección de activos idéntico cuando se adjudicó Unnim. Como el de la antigua caja del Mediterráneo asumirá el 80% de las pérdidas en una cartera con activos valorados en 7.359 millones y por un plazo de diez años. A efectos prácticos, descontado su hucha inicial de provisiones, cubriría 1.330 millones en pérdidas potenciales. BBVA adquirió el banco conformado por las ‘caixas’ Terrassa, Sabadell y Manlleu en 2002.
Los otros escudos de Liberbank, BBVA y Caixabank
Se trata de un mecanismo utilizado, de hecho, en varias operaciones para facilitar la concurrencia en subastas de entidades con problemas. Liberbank recibió una garantía similar en CCM y por una cuantía de 2.475 millones consumida en su integridad a cargo del Fondo de Garantía, pero cuya vigencia expiró el pasado año.
CaixaBank obtuvo una línea de defensa parecida en el Banco de Valencia en 2012, aunque a cargo del Fondo de Reestructuración (Frob o, lo que es lo mismo, el Estado y no la banca). Su EPA puede llegar a evitarle pérdidas por hasta 4.350 millones -cubre el 72,5% de una cartera con 6.000 millones-, si bien hasta el ejercicio 2016 continuaba sin activarlo.
El Fondo de Garantía mantenía a finales de 2016 -últimas cifras divulgadas- 4.041,76 millones en provisiones para encarar costes asociados a la protección del Sabadell en la CAM. Ahora bien, el propio esquema, incluye incentivos para maximizar la recuperación de activos dañados como el pago de comisiones por gestión exitosa.
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